Un espectacular jardín colgante de más de mil metros cuadrados a escasos metros de Gran Vía cubre desde hoy el patio interior de un hotel, capaz de fijar 25.000 toneladas anuales de CO2 y de proveer del oxígeno necesario a 200 personas.
Tres operarios trabajan en los últimos preparativos del jardín de disposición vertical situado en el patio interior del hotel, que contiene ya 110 especies vegetales diferentes que suman 2500 plantas, entre las que se cuentan 30 árboles, como el madroño.
El jardín, presentado hoy a la prensa, se dispone en terrazas de distinta anchura, que dotan a la composición de diferentes profundidades sobre el protagonismo de una cascada central.
La cascada, en palabras del director de mercadotecnia del hotel Mercure Madrid Santo Domingo, Antonio Núñez Pardo, "reduce la temperatura entre 6 y 8 grados".
"Funciona en las horas de más calor y consigue bajar la temperatura en unos cinco minutos, lo que equivale a cincuenta máquinas de aire acondicionado funcionando", ha explicado Núñez.
Se utilizarán depredadores naturales para combatir las plagas como pulgón y araña roja, con el objetivo de evitar los tratamientos químicos, mucho más agresivos, ha destacado el paisajista del jardín, Manuel Pasquín.
"No deja de ser un ecosistema", ha resumido, al expresar que "el buscar tantas especies de plantas es para que haya una unión entre unas y otras", ya que "al poner muchas, unas se protegen a otras y se crea una biodiversidad".
La diferencia entre este jardín colgante y los verticales, en los que las plantas tienen menos espacio para enraizar, reside en la facilidad de mantenimiento de las terrazas, frente a la exigencia de "una constante administración de nutrientes", ya que son plantaciones hidropónicas (no requieren tierra).
Pasquín se ha preguntado si a partir de ahora "los clientes del hotel seguirán prefiriendo las habitaciones exteriores o estas interiores, con vistas al jardín colgante".
A día de hoy, el nuevo jardín ya aloja dos nidos de aves.