El Circo sobre hielo de Moscú es "una poesía visual" que cobra vida hasta el 12 de septiembre en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid. Dirigido por Natalia Abramova, la compañía presenta a 30 patinadores en escena, quienes ejecutan esta mezcla de géneros que, según los responsables, da como resultado un "espectáculo sin comparaciones" que podría definirse como "circo ballet".
"En ningún circo hay tanta estética como en este; tenemos patinadores con buen aspecto físico y gran preparación, gente que ha trabajado en circo, en patinaje artístico y que además sabe ballet", asegura Natalia Abramova.
Además de la elegancia, se encuentra el hecho de la complejidad que tienen los números que ejecutan los patinadores, pues los realizan sobre hielo y tienen un reto extra. "Hacer circo es complicado, pero sobre hielo es mucho más difícil, porque debido a los patines, los artistas tienen 11 centímetros más de altura y dos kilos más de peso, lo cual dificulta aún más el equilibrio para ejecutar los números".
Con ello, la propuesta del Circo de hielo de Moscú se dividirá en dos partes compuesta de 11 números cada una; en ella se podrán ver números de malabarismo, danza e incluso tres intervenciones con payasos, lo que refleja el principal atractivo de este circo": los cambios constantes de escenario y la dinámica. "Uno de los números que más me gusta, debido a su complejidad, es el 'Palo Ruso', en el que las gemelas Olg y Anna Dovgopolaya saltan de un lado a otro entre dos barras", explica Abramova quien aclaró que este espectáculo, por esta ocasión, no tendrá un hilo conductor.