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La Policía Nacional ha detenido a cinco personas por robar presuntamente en domicilios de los barrios más ricos de Madrid. Utilizaban el método del resbalón para acceder a las viviendas sin levantar las sospechas de los vecinos.

Tres de ellos actuaban en los distritos de Chamberí, Chamartín Centro y Salamanca, en concreto en comunidades a las que entraban tras llamar al telefonillo aludiendo algún tipo de excusa para que les abriesen el portal, según ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

Los otros dos arrestados fueron sorprendidos la pasada madrugada en el distrito de Fuencarral cuando trataban de abrir las cerraduras de varios domicilios. Los vecinos avisaron a la Policía y fueron pillados in fraganti.

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La investigación sobre el grupo se inició tras varias denuncias interpuestas por robos que se habían producido en las zonas más adineradas de la capital.

Una vez estaban en el interior de las comunidades, utilizaban el método del resbalón (pasar un plástico por la cerradura para que se abra) para acceder a domicilios que en ese momento estaban vacíos.

El pasado 16 de junio, fruto del dispositivo de seguridad establecido por los agentes, localizaron a tres personas saliendo de una casa de manera apresurada.

Cuando los agentes procedieron a su identificación, encontraron en su coche efectos procedentes de robos en domicilios como pulseras, anillos, gafas de sol y joyas.

Además, ocultaban el dinero en efectivo y las joyas sustraídas tanto en su ropa interior como dentro de los calcetines.

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Con la detención de estas tres personas, dos mujeres y un hombre de entre 21 y 39 años, se esclarecieron ocho robos con fuerza cometidos entre los meses de marzo y junio en Madrid.

La pasada madrugada, la Policía detuvo a otros dos hombres por hechos similares cuando trataban de huir al percatarse de la presencia de los agentes.

Fueron los propios vecinos, al verles merodeando por los rellanos con una linterna y manipulando cerraduras de varias viviendas, quienes alertaron a la Policía.

La puerta de un domicilio de la comunidad mostraba restos de pegamento en el ojo de la cerradura, un método que utilizan este tipo de delincuentes para comprobar si las casas están habitadas.