La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha respaldado el comportamiento "mesurado" de la Policía en los desalojos de la Puerta del Sol y ha negado que haya habido "agresiones" a los "indignados", a pesar de la "decepción" de algunos, que esperaban que la actuación policial fuera "más brutal".
Así lo ha indicado hoy Cifuentes en una entrevista en "Los desayunos de TVE" donde ha admitido que la Policía ha grabado las intervenciones de las últimas tres madrugadas en la Puerta del Sol y ha asegurado que van a analizar todas.
Sin embargo, la delegada ha descartado tajantemente que en alguna de ellas haya habido "agresiones" a los concentrados, pues ha asegurado que la actuación policial, que "no era fácil", ha sido "absolutamente mesurada", ha estado "dentro de la normalidad" y no ha habido "carga policial de ningún tipo, ni se ha tenido que utilizar la violencia".
Del mismo modo, ha felicitado a "las miles de personas" que se concentraron en la noche del sábado 12 de mayo en la Puerta del Sol por su comportamiento "absolutamente cívico y ejemplar" y por su "actitud absolutamente pacífica" para reivindicar libremente lo que consideraban oportuno, teniendo en cuenta, ha subrayado, que es "complicado que en reuniones tan multitudinarias como esa no haya incidentes".
Ha negado también taxativamente que la Delegación del Gobierno tuviera que pedir refuerzos policiales a otras autonomías con motivo del primer aniversario del 15M en la ciudad y ha asegurado que se han utilizado "los efectivos que había en la región", igual que si se tratara de un operativo especial de una gran manifestación o de un partido de fútbol importante.
La delegada ha insistido en que "no le consta" que haya habido "ningún error" en la actuación policial de los tres últimos días en Sol y sus aledaños, pero ha animado a quien se haya considerado agredido a que lo denuncie.
Incluso ha dicho que opina que hay "sectores" que pueden sentirse "decepcionados" porque esperaban que "hubiera habido una actuación diferente de la policía" o quizá y porque esperaban captar "alguna foto" de los agentes "actuando de manera mas brutal y eso no ha ocurrido".
Según Cifuentes, desde la Delegación del Gobierno no se ha querido "criminalizar" al 15M aunque ha dicho que su "impresión" es que en ese movimiento "no están tan desorganizados como quieren hacer ver" porque en los tres meses que lleva en el cargo ha tratado sin éxito de "tener una interlocución con ellos, pero siempre responden que no tienen portavoces" y continuamente aparecen en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Asimismo, se ha mostrado convencida de que el 15M tiene algún soporte "logístico eficiente en Madrid", alguna "estructura económica" que le permite tener a su disposición bufetes de abogados las 24 horas del día, que "no son personas voluntarias".
A su juicio, el 15M es "un fenómeno complejo y heterogéneo, formado por personas y grupos diferentes" que discrepan en algunos planteamientos y que "han ido evolucionando" y en ocasiones "se han escorado hacia la izquierda radical, hacia movimientos antisistema y antimonárquicos" que ha confesado que a ella "no le gustan".
La delegada ha vuelto a negar que se disfrazara para asistir anónimamente a las asambleas del 15M "porque -ha dicho- yo no me he puesto una gorra en mi vida" y porque vive en el barrio de Malasaña, en el centro de Madrid, y debajo de su casa tiene "una asamblea permanente".
Ha insistido en que la ley prohíbe acampar en lugares públicos y, sin entrar a "juzgar lo que se ha hecho en Barcelona" (se ha permitido al 15M acampar en la plaza de Cataluña), ha recordado que la ley "es una e igual para todos".