La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha dedicado su primer acto postvacacional a las personas sin hogar y, en particular, a su inserción en la sociedad a través de viviendas sociales, sin dedicar un minuto a alguna de las cuestiones municipales que han suscitado interés este mes de agosto.
Carmena ha querido presenciar, en la sede del Ayuntamiento, el acto de firma de un convenio entre la Obra Social de Ibercaja y las fundaciones San Martín de Porres y Luz Casanova y las asociaciones Provivienda y Realidades/Atenea que gestionan un programa habitacional a personas sin hogar.
En virtud de este convenio, la entidad bancaria aportará una subvención de 50.000 euros a este proyecto que ha posibilitado a 23 sintecho intentar normalizar una situación excepcional en una veintena de viviendas cedidas por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS).
Estos pisos sociales, localizados en céntricas calles de la capital, dan cobijo desde hace varios meses a 23 personas cuyo perfil se corresponde con el de "mujeres (46 %), de origen español, de entre 40 y 50 años, y que hasta hace pocos días estaban durmiendo en la calle".
Así ha descrito a los adjudicatarios de estos pisos Darío, trabajador del Samur Social, el servicio encargado de derivar a este programa a las personas que se encuentran en la calle y para las que este proyecto habitacional "supone una oportunidad de incorporación social, de inserción, de retomar un recorrido vital que ha supuesto dejar la calle y, sobre todo, de alcanzar un nivel de dignidad personal importante".
Darío, además, ha puesto en valor la autoestima que esta alternativa residencial genera en los sintecho al permitirles recuperar "el deseo" de reiniciar proyectos vitales pues eso, en definitiva, significa "querer volver a ser".
En ese objetivo podrán contar con el Ayuntamiento de Madrid porque su alcaldesa, Manuela Carmena, se ha mostrado hoy dispuesta a "probar alternativas y soluciones" para favorecer el tránsito de la calle a una vivienda social a fin de que estas personas puedan retomar una situación "normalizada" de convivencia.
Precisamente, Antonio Rodríguez, miembro de la Fundación San Martín de Porres y en representación de las entidades que trabajan en este programa habitacional, ha demandado la vivienda como eje del "sinhogarimo".
"No solo hay que proponer situaciones asistenciales sino que la vivienda social tiene que recuperar la centralidad en las políticas sociales de atención a las personas sin hogar", ha subrayado tras hacer un llamamiento para que "nadie se vea obligado a dormir en la calle".
A su juicio, en un plazo de cinco años "este compromiso" se podría llevar a cabo en Madrid, una ciudad que "de manera decidida y valiente" puede asumir el millar de personas que cada noche duerme en sus calles.
Por su parte, el director territorial de Ibercaja Banco, José Morales, ha explicado que la subvención de 50.000 euros "nace de un encuentro entre el presidente de Ibercaja y la alcaldesa de Madrid, quien se mostró interesada en ver qué podíamos hacer juntos a través de la Obra Social de Ibercaja".
El proyecto habitacional para personas sin hogar "nos gustó y empezamos a trabajar para hacerlo realidad" desde un banco como Ibercaja, "con alma social", porque suponía "devolver la dignidad a personas en un acto trascendente para cada una de ellas" por el hecho de tener un techo.
"Era un proyecto bonito y pequeño, como también lo es la Obra Social Ibercaja", ha concluido.
La alcaldesa, que en su primer acto tras las vacaciones de verano ha comentado con los periodistas lo "contentos" y "relajados" que regresamos de las vacaciones estivales, no ha atendido preguntas de los periodistas y ha remitido a la rueda de prensa que ofrecía la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, tras la Junta de Gobierno.