La biblioteca pública de Carabanchel abrirá el próximo lunes día 28 y llevará el nombre de Ana María Matute, ha anunciado hoy la directora general de Bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid, Ana Santos, que ha indicado que esta instalación llegará a tener una plantilla de más de 15 personas.
Santos ha contestado así en la Comisión municipal de Las Artes, Deporte y Turismo a una pregunta de la concejala de UPyD Patricia García, interesada en conocer con qué personal y en qué condiciones se va a proceder a la apertura y posterior funcionamiento de la nueva biblioteca de Carabanchel.
García ha afirmado que la apertura de una nueva biblioteca "siempre es una buena noticia, aunque se produzca con retraso", y ha recordado que el edificio lleva "un año largo terminado".
Además, ha considerado "acertada" la elección del nombre de Ana María Matute para este nuevo equipamiento cultural y educativo de la ciudad.
Sin embargo, ha relatado que en una reciente visita a la biblioteca vio "un edificio espectacular", con "una cristalera de diseño, techos altos, vistas magnificas sobre Madrid...", pero se ha preguntado si "es un edificio adecuado para una biblioteca".
Ha indicado que "el espacio se retuerce en escaleras y recovecos difíciles de supervisar", que "cuenta con un único ascensor para cinco plantas", que los puestos del personal "se han ubicado de forma que dan la espalda a las entradas" y que "no hay paredes suficientes para colocar estanterías".
Ha preguntado asimismo por el coste de mantenimiento, "que simplemente en limpieza del cristal de las fachadas y en climatización seguro que se va a disparar".
Otro motivo de preocupación para García es la seguridad de este edificio "grande y complejo y que va a albergar material valioso que incluye equipamientos informáticos, máxime cuando se quedará sin vigilancia en breve, en línea con la política seguida en el resto de bibliotecas municipales, y se ubica además en una zona de cierta conflictividad como es la del Alto de San Isidro".
En todo caso, ha denunciado que "el principal fallo de la biblioteca es su falta de accesibilidad", ya que, en la entrada principal hay "una larga y sinuosa escalera que carece de rampa" y será necesario para muchas personas "dar una larga vuelta y acercarse por una calle estrecha y escasamente iluminada".
En cuanto al personal, ha recordado que será la más grande de toda la Red de Bibliotecas Públicas Municipales y ha opinado que una plantilla de 15 personas es "a todas luces escasa