Un Campamento de verano en casa

  • Se organiza en la urbanización donde viven las familias mientras los padres trabajan
  • En grupos de seis niños guiados por un monitor, combinan talleres creativos y deporte

Ahora que comienzan las vacaciones escolares muchos papas no saben qué hacer con los niños mientras ellos trabajan.. Unas profesoras madrileñas podrían haber encontrado la solución.

Organizan campamentos a domicilio. Basta con que se reúnan 4 niños que quieran asistir para que ellas diariamente, de lunes a viernes, durante cuatro horas, les organicen talleres y actividades deportivas mientras sus padres trabajan.

Desde hace cuatro años su compañía, Funny Camp, organiza un campamento urbano en la propia urbanización de los clientes. Basta que reúnan cuatro niños que quieran asistir, les llamen y ellos diariamente, de lunes a viernes, durante cuatro horas, les organizan un campamento en el que entretienen a los niños de 2 a 9 años con talleres creativos, deportes y actividades acuáticas mientras sus padres trabajan.

Lo fundamental es que los padres esten tranquilos y que los niños se diviertan mediante actividades que estimulen su imaginación. Los campamentos se organizan desde mediados de junio hasta final de julio y los padres tienen que pagar 60 euros por niño a la semana.

Rocío y Almudena lo tenían clarísimo cuando hace cuatro años fueron pioneras en organizar el primer campamento urbano de Madrid. Ambas se han dedicado siempre a la educación infantil. Almudena Triana, licenciada en psicopedagogía, es propietaria de la Escuela infantil "Minimundo de los niños", mientras que Rocío Balsera, diplomada en Educación primaria, trabaja en un prestigioso colegio bilingüe.

LOS PADRES, TRANQUILOS

El principal objetivo de estos campamentos que organizan en la misma urbanización donde viven las familias es que los padres estén tranquilos y que el niño disfrute de sus vacaciones, que se divierta con actividades que estimulen su imaginación. "No desplazarse supone una liberación para los padres, que suelen ser personas que trabajan durante los meses de julio y junio", explica Rocío.

Cada jornada combinan talleres creativos, en los que el niño aprende a hacer collares, a pintar o a fabricar sus propios juguetes con golf, tenis, padel, carreras de sacos o pesca en la piscina. Son actividades que realizan en grupos de 6 niños guiados por un monitor.

"El equipo de Funny Camp está compuesto por educadores, animadores, técnicos deportivos, monitores de tiempo libre para trasladar las actividades propias de un campamento de verano a la urbanización", asegura Almudena.

La inscripción puede realizarse por semanas y sus precios son muy económicos, el padre paga de 51 a 85 euros por niño a la semana, depende del número de niños de la urbanización que asistan al campamento. A los hermanos les hacen un 15 por ciento.

Es un campamento a la medida de cada niño. "No todos los niños son iguales, hay a quien le gusta más hacer deporte, a quien le gusta más que le cuenten un cuento, quien prefiere aprender a bailar, nos adaptamos a los gustos de cada niño y mezclamos distintos talleres".

El campamento ayuda también a que los niños hagan amiguitos en la urbanización. "Muchos niños se han cambiado de casa hace poco tiempo y los padres no saben o dudan cómo organizar un encuentro para que entablen amistad con sus vecinos. En el campamento se acercan en los juegos y se hacen amistades para siempre". En 2012 1500 niños asistieron a este campamento urbano, presente en 45 urbanizaciones madrileñas.

Sus campamentos urbanos arrancan la última semana de junio y terminan la última de julio. Se puede apuntar a los niños por semanas.

El horario deben escogerlo los padres: Se hace por la mañana durante cuatro horas ampliables a 5. De 9'30 a 13'30 o de 10 a 14, ampliable a 15, si los padres lo requieren.