Los usuarios del autobús y el tren metropolitano madrileño podrán recargar a partir de mañana, lunes, sus tarjetas electrónicas 'Transporte Público' en un total de 200 cajeros automáticos de Bankia repartidos en toda la ciudad.
Este sistema de recarga de la Tarjeta de Transporte Público sin contacto en cajeros de Bankia estará disponible en otros 600 cajeros de toda la Comunidad en noviembre próximo, ha destacado hoy el consejero madrileño de Transportes, Pablo Cavero, quien ha asistido a las pruebas técnicas de este nuevo servicio.
Según la Comunidad, habrá "un mínimo de un cajero con la opción de recarga" por cada 15.000 habitantes en Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles y Torrejón de Ardoz, y al menos "un cajero en cada población de más de 6.000 ciudadanos" del resto de la región.
Todos los cajeros bancarios que ofrezcan este servicio estarán perfectamente señalizados, serán accesibles para cualquier tipo de usuario y garantizarán la confidencialidad de los datos personales, según la normativa vigente al respecto, ha explicado Cavero.
Según las explicaciones del consejero, "se pretende dar a los viajeros todas las facilidades para elegir el transporte público como mejor opción para sus desplazamientos, y la tarjeta sin contacto, junto a sus numerosos puntos de recarga, tiene importantes ventajas para los usuarios".
Los 800 cajeros de Bankia disponibles al final del año se sumarán a los más de 1.400 puntos ya existentes de recarga de la Tarjeta, entre las máquinas automáticas de la red de Metro de Madrid y los estancos autorizados.
El consejero ha precisado que de estos 800 nuevos puntos de adquisición, 500 estarán situados en la capital y el resto estarán repartidos entre los diversos municipios de la región e, incluso, de Castilla la Mancha.
En los cajeros, los usuarios de la Tarjeta podrán recargarla o consultar el saldo (número de viajes disponibles), la fecha de validez de los títulos cargados, o efectuar cambios, como canjear, por ejemplo -abonando la diferencia-, un abono de la zona A por otro de la B2.
Según datos de la Consejería, desde mayo de 2012, cuando se inició la sustitución del antiguo abono transporte magnético por la nueva Tarjeta Transporte Público, 650.000 usuarios han adquirido esta nueva tecnología sin contacto, todas ellos de la zona A.
El objetivo del Consorcio Regional de Transportes de Madrid es implantar esta Tarjeta al resto de zonas, una vez que Cercanías concluya las inversiones pendientes, para así poder extender el sistema a toda la Comunidad de Madrid y a todos los modos de transporte público.
Pablo Cavero ha destacado las ventajas que tiene esta Tarjeta para los usuarios "por su comodidad, tamaño y duración" y porque, además, "permitirá ahorrar a los madrileños 150.000 kilos de papel en los próximos cinco años y un 30% en los costes de operación y mantenimiento de las máquinas canceladoras".
La Comunidad destaca que con la implantación de este sistema vuelve a ser "pionera" en el ámbito de las tecnologías y el transporte, ya que es la primera región que incorpora cajeros bancarios para cargar títulos de transporte.