La Guardia Civil ha desarticulado, con la detención de 23 personas, una organización criminal que robaba vehículos de alta gama, los manipulaba de manera muy sofisticada y luego los vendía ilegalmente, un negocio con el que habían ganado más de un millón en los últimos tres meses.
La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, el general de la Primera Zona de la Guardia Civil, José Arranz, y el teniente Abel Marín, responsable de la denominada operación Airbag, han informado hoy sobre estos arrestos.
Ocho de los 23 detenidos -de nacionalidad española, dominicana, ecuatoriana y colombiana- han ingresado en prisión, entre ellos los tres cabecillas del grupo y un coordinador que estaba por encima de éstos.
La mayoría tenían antecedentes y provenían del mundo del tráfico de drogas, por lo que guardaban mayores medidas de seguridad que otras bandas dedicadas al robo de vehículos.
Su "modus operandi" consistía en adquirir un vehículos siniestrados y, prácticamente a la vez, robar uno similar y "extraerle todos los órganos identificativos" para, en lo que supone un paso más sobre lo que hacen otros grupos, asegurarse de que no les descubrían, ha relatado el teniente, que ha subrayado la sofisticación de este grupo.