La Policía Nacional ha detenido a diez personas integrantes de una banda de atracadores de bancos en Madrid que accedían y escapaban por las alcantarillas y cuyo líder había aprendido el "oficio" de su padre, un conocido atracador de entidades fallecido hace cinco años. Unas detenciones de las que ha dado cuenta hoy el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, y los principales responsables policiales de la operación, denominada Alcantarilla, que, tras meses de investigación, concluyó el pasado 26 de julio cuando la banda era pillada "in fraganti" tras robar más de 60.000 euros en una entidad del barrio de Mirasierra.
Con la colaboración del Grupo Especial de Operaciones (GEO), los agentes del Grupo XII de la unidad de delincuencia especializada y violenta de la Policía (UDEV) en Madrid detuvieron a cuatro de los atracadores cuando salían de la alcantarilla con el botín y a otros cuatro en el exterior para garantizarse la huida y al resto en días posteriores.
Entre los diez detenidos -siete hombres y tres mujeres, de nacionalidad española, salvo un arrestado que ha dicho ser venezolano- figura Carlos, el cabecilla de la banda, cuya edad no han precisado los responsables policiales, que sí han explicado que no tenía antecedentes policiales. "Había sido amaestrado por su padre fallecido en 2008. Le enseña a hacer sus correrías por las alcantarillas y aprende el oficio" de atracar entidades por el subsuelo, ha afirmado el inspector jefe Dionisio Martín, antes de resaltar el carácter "egocéntrico" del líder, que se autodefinía como "el jefe de la banda" o el "Robin Hood de Vallecas".
La banda de la alcantarilla se formó en 1999. Peligrosa, violenta, dotada de armas de fuego y provista del material necesario para acceder al subsuelo, habían comenzado a actuar con más asiduidad desde 2010, especialmente en la zona de Marcelo Usera, Paseo de las Delicias y la avenida de la Albufera. Sin embargo, ha sido en este año en el que sus atracos se habían espaciado en el tiempo tan solo un mes y así, la desarticulación de la organización tras cometer un atraco se producía después de que el 10 de junio asaltaran otra sucursal en la madrileña calle de Alcalá. Preparaban los atracos con minuciosidad y tenían las funciones perfectamente definidas. Unos cometían el atraco, otros se encargaban de que el cajero automático estuviera inhabilitado y, por tanto, cargado de efectivo, y otros custodiaban la alcantarilla, ha explicado el responsable policial.
Al frente del atraco, el líder de la banda, que empleaba una furgoneta de su trabajo en el sector de la pescadería para "salvar" la alcantarilla y así disimular la huida de todos los miembros de la organización. En los últimos meses, los investigadores habían comenzado a analizar de manera minuciosa atracos cometidos en los últimos años que llevaron a determinar que los robos estaban relacionados entre sí.
Con la identidad de los miembros de la banda, los agentes comenzaron los seguimientos y vigilancias a los atracadores hasta que constataron cómo se desplazaban en varias ocasiones hasta la calle Mirasierra y accedían al alcantarillado. El comisario de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, Emilio Alcázar, ha destacado que las investigaciones han sido "largas y complicadas" y que sólo tres de los diez detenidos contaban con antecedentes policiales.
De los diez arrestados, seis se encuentran en prisión y los otros cuatro (tres mujeres) en libertad, entre ellos la pareja del cabecilla que estaba embarazada y a punto de dar a luz.