La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dicho hoy que el Ayuntamiento cobrará a las empresas concesionarias de la limpieza de Madrid los 300.000 euros que debe abonarle a la firma Tragsa por el servicio prestado durante la huelga de limpieza viaria que sufrió la ciudad durante 13 días de noviembre pasado.
En declaraciones a los periodistas tras visitar el centro de acogida San Isidro, Botella ha explicado que la cantidad podría superar esos 300.000 euros y ha agregado que el Ayuntamiento descontará esta cantidad "a las empresas que no cumplieron con esos servicios mínimos".
El anuncio de sendos ERE en cuatro de las empresas concesionarias, con el despido de unos 1.300 trabajadores, dio lugar a una huelga que duró trece jornadas -entre los días 5 y 17 de noviembre pasado- y que generó la acumulación de grandes cantidades de basura en las calles de Madrid.
El Ayuntamiento encargó a la empresa pública Tragsa para que efectuara los servicios mínimos incumplidos desde los primeros días de esa huelga.