La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, presidieron el acto de inauguración del Centro de Acogida Carmen Sacristán, un hogar ideado para personas con grave peligro de exclusión social.
El Centro de Acogida Carmen Sacristán atenderá a 60 personas sin hogar en un terreno ubicado en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo cedido por el Ayuntamiento de la capital, dentro de un proyecto llevado a cabo por la Fundación RAIS y la Obra Social Caja Madrid.
La fundación de la entidad financiera que preside Rodrigo Rato, presente junto a la alcaldesa de Madrid Ana Botella en la inauguración de este centro, ha aportado el 65 por ciento de la inversión necesaria para la puesta en marcha de las instalaciones, cerca de dos millones de euros.
Se trata del cuarto 'Centro Singular' de los diez que está previsto que se inauguren hasta 2012, dentro del programa 'Suelo Solidario', que cuenta con una dotación de 22 millones de euros, y a través del cual el Consistorio de la capital cede terreno municipal para la construcción de centros de atención a personas que serán gestionados por distintas entidades sociales.
Asimismo, estos centros, que contarán con 2.314 plazas, formarán parte de la Red de Centros de las Administraciones Públicas. Según han apuntado las dos entidades, las instalaciones servirán para la atención a personas sin hogar, drogodependientes, o con daño cerebral, autismo, Párkinson, o Síndrome de Down.
Se estima que estos centros, localizados en los distritos de Arganzuela, Barajas, Fuencarral (Las Tablas), Retiro, Hortaleza y Vicálvaro (San Blas), atiendan a unas 4.000 personas. El objetivo, según han apuntado los responsables de esta iniciativa, es mejorar la calidad de estas personas facilitando la plena integración de las mismas social y laboralmente.
Otras de las características de los centros de este programa es la búsqueda de la sostenibilidad y la eficiencia energética en sus instalaciones. La alcaldesa de la capital ha destacado el "carácter innovador" del mismo "en el modo de dar solución a las necesidades de estas personas, por el modo en que busca integrarse en el entorno en el que se ubica, por su flexibilidad, y por su búsqueda de eficiencia en la gestión de los recursos, de colaboración entre sectores y de lazos de unión entre todos".
El Centro de Acogida Carmen Sacristán está dividido en seis casas, con entradas independientes a cada una de ellas, y con cocinas, salones y baños independientes en los módulos, con el fin de evitar las estancias comunes. El techado en forma de casa o el hecho de que cada residente tenga su llave de la estancia trata de acercar, según estas entidades, "al concepto universal de casa y huir del tradicional concepto de recurso social".
En total, 30 profesionales se encargan de ofrecer a estas personas un servicio continuado las 24 horas de cada día del año. Entre ellas, la de prestar atención a aquellas personas sin hogar que, tras padecer una enfermedad, necesitan durante su convalecencia una estancia en la que recuperarse.
Uno de sus residentes que antes vivía en la calle ha afirmado que "el tener un hogar es algo más que un techo donde cobijarse, es el poder valerse por uno mismo y poder salir adelante de nuevo".