El Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid acoge hasta este domingo la "feria de productos ecológicos y de consumo responsable" Biocultura 2010, un espacio que espera recibir alrededor de "cien mil visitantes" interesados en "mejorar su calidad de vida" y en donde podrán descubrir la primera sidra espumosa ecológica o una cerveza elaborada sin ningún añadido químico.
Así lo aseguraba la directora de Biocultura 2010, Angeles Parra, quien afirmó que en su XXVI edición la feria pretende generar una "mayor concienciación medioambiental" para que los ciudadanos puedan "llevar una vida más sana".
El espacio congrega más de 700 expositores de productos naturales certificados para la higiene y la cosmética, materiales para la bioconstrucción, energías renovables, muebles y decoración para la vivienda y lugares de trabajo saludables o incluso terapias y medicinas complementarias. "Todo aquello que nos puede ser útil y necesario para llevar una vida más sana", remarcó.
Este año la Comunidad Autónoma invitada ha sido el Principado de Asturias con 15 empresas que traen productos "nuevos". Desde el primer queso azul ecológico hasta la primera sidra espumosa ecológica pasando por la típica fabada asturiana fabricada sin ningún tipo de aditivo químico.
En este sentido, un empleado de la Sidrería El G~elo, encargados de fabricar esta nueva sidra espumosa ecológica, Pedro, indicó que "es la primera" que existe en el mercado y reconoció que les "ha costado cuatro años" llegar a producirla.
La directora de Biocultura reconoció que España, a pesar de ser "el primer país europeo" en superficie dedicada a la producción ecológica, con "más de un millón seiscientas mil hectáreas" dedicadas a este cultivo, y de ocupar "los primeros puestos a nivel mundial" tan sólo el 10 por ciento se consume a nivel interno. "El 90 por ciento sale de nuestras fronteras", se lamentó.
Por ello, reivindicó por parte de las Administraciones Públicas una "buena campaña" de información hacia la opinión pública que "hable de todas las bondades que tienen los alimentos ecológicos para la salud, para el medio ambiente y para fijar la población rural" en el país.
Por otra parte, el portavoz de Dehesa Maladua, una empresa jamonera situada en Jabugo (Huelva), Eduardo Nato, insistió en que el sabor que tienen los productos que proceden de los animales que han sido elaborados sin añadir ningún tipo de "pesticida, estimulante de crecimiento, vacunas o antibióticos" no tienen "nada que ver" con los que se pueden encontrar habitualmente en los supermercados.