Benedicto XVI acude a la Zarzuela para encontrarse con la familia real

  • El Papa y el Rey coinciden en su preocupación por los problemas de la juventud y la necesidad de encontrar salidas

El papa ha sido recibido hoy por los reyes, los príncipes de Asturias y la infanta Elena en el Palacio de la Zarzuela, donde el pontífice mantendrá un encuentro con don Juan Carlos en el inicio de su segundo día de estancia en Madrid, con motivo de la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. El automóvil de Benedicto XVI ha llegado a la Zarzuela procedente de la Nunciatura y a la entrada del palacio le aguardaban don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por los príncipes -con las infantas Leonor y Sofía- y doña Elena con sus dos hijos, Juan Felipe y Victoria Federica.

Don Juan Carlos, apoyado en su muleta, ha sido el primero en bajar las escaleras de entrada para aguardar al pontífice, ha deseado buenos días a los periodistas y, cuando Benedicto XVI ha descendido del vehículo, se ha acercado a saludarle cordialmente, acompañado por doña Sofía, quien, tras una reverencia y al igual que el rey, ha intercambiado unas primeras palabras con el papa. A ellos se han unido el príncipe, que ha besado el anillo del pontífice, doña Letizia -que ha acompañado este gesto de respeto con una reverencia-, las infantas Leonor y Sofía -a las que el papa ha dirigido unas palabras-, doña Elena y sus hijos.

Benedicto XVI ha posado ante el palacio para las numerosas cámaras fotográficas y de televisión con el rey y los príncipes a su derecha y la reina y la infanta Elena a su izquierda, tras lo que ha accedido junto a sus anfitriones al interior de la residencia de los reyes para mantener un encuentro de casi media hora con todos ellos, durante el que ha tenido lugar un intercambio de regalos.

INTERCAMBIO DE REGALOS

En primer lugar, el rey ha obsequiado al pontífice con una edición facsímil de las Cantigas de Alfonso X, comentada en galaico-portugués, una compilación del saber en la segunda mitad del siglo XIII que incluye ritos litúrgicos de la época. Por su parte, Benedicto XVI ha hecho entrega a don Juan Carlos de un mosaico -realizado por un estudio del Vaticano con la misma técnica de los que decoran la Basílica de San Pedro- que muestra una imagen del palacio de la embajada española en la Santa Sede, ubicado en la célebre Plaza de España de Roma.

Los reyes, que acudieron ayer al aeropuerto de Barajas para recibir al papa -con quien mantuvieron un primer encuentro privado en el Pabellón de Estado del propio aeródromo madrileño-, se habían reunido por última vez con Benedicto XVI en Barcelona, ciudad que el pontífice visitó en noviembre del año pasado para oficiar la misa solemne de dedicación a Dios del templo de la Sagrada Familia.

Previamente, con motivo del Año Santo Compostelano, había viajado a Santiago, donde los príncipes habían ejercido como anfitriones, y cuatro años antes, durante su primera visita a España con ocasión del V Encuentro Mundial de la Familia, había tenido oportunidad de encontrarse con la familia real al completo en el Palau de la Generalitat valenciana.

EL PAPA Y EL REY COINCIDEN EN SU PREOCUPACIÓN POR LOS PROBLEMAS DE LA JUVENTUD

El Papa Benedicto XVI y el Rey don Juan Carlos han coincidido en la preocupación que mantienen ante los problemas de la juventud y la necesidad de que estos puedan encontrar salidas a la insatisfacción y los caminos cerrados a los que se enfrentan en la actualidad, durante un encuentro privado de unos 20 minutos que han mantenido en el despacho del monarca en el Palacio de la Zarzuela.

Fuentes de la Casa Real han explicado que la audiencia se ha mantenido en un tono cordial, en el que además su Santidad le ha agradecido a don Juan Carlos la acogida y el apoyo que ha recibido del pueblo español hacia la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Así, han señalado que el Papa se ha visto "gratamente sorprendido" por el recibimiento de España y después ha analizado junto al Rey el contenido de las jornadas.