El Belén solidario de Mensajeros de la Paz ubicado en la Iglesia de San Antón y diseñado por el artista Ikella Alonso, busca este año denunciar los efectos del cambio climático con una temática orientada hacia la preservación del medio ambiente.
En declaraciones a Europa Press, el fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Angel, ha explicado que el Belén "es un grito para que cuidemos la tierra nuestra y la casa nuestra". "Queremos solidarizarnos con las personas que han perdido en estos últimos meses sus casas o sus montes, que ardieron, y también queremos luchar contra la sequía", ha defendido.
En cuanto a la temática, el Belén dispone de una diferente cada año. En 2014 lo hizo a través de un portal que denunciaba el problema de las migraciones, las fronteras y la crisis del ébola; en 2015, el pesebre se convirtió en una tienda de campaña que acogía a una familia de refugiados; por último, el del año pasado, denunciaba la situación de las personas sin hogar en las grandes ciudades. "En esta ocasión, los niños van con pancartas que piden justicia, energía solar, acabar con la contaminación y denunciar la falta de voluntad política", ha explicado el padre Angel.
En el Belén no faltan elementos que hacen alusión a los avances tecnológicos, una utilización que el padre Angel no considera revolucionaria. "Estamos en el siglo XXI, no vamos a poner el buey, la burra, el caballo y las gallinas", ha bromeado. El padre Angel ha insistido en que el nacimiento de Jesús "no iba contra nada" sino que "anunciaba la paz" y pedía que la gente "se amase y no se armase", ha reivindicado.
El padre Angel también ha querido lanzar un mensaje positivo acerca de la Navidad. "Estamos en fechas en las que somos más buenos todos, sonreímos más y queremos recordar nuestra infancia, seguir creyendo en los Reyes Magos, en los belenes y en la buena gente". No obstante, ha reivindicado que "hay veces que hay que gritar y decir basta ya, por ejemplo frente a la situación de los refugiados".