Cruz Roja de la Comunidad de Madrid recomienda ante la ola de calor beber como mínimo dos litros de agua diarios en forma de agua, zumos o infusiones además de comer menos cantidad pero con mayor frecuencia.
La organización explica a través de un comunicado que las altas temperaturas obligan a introducir pequeños cambios en la dieta que ayuden a restituir las sales minerales y el agua que se pierde con la transpiración.
Recuerdan asimismo que las comidas copiosas, especialmente si van acompañadas de alcohol, aumentarán el riesgo de sufrir problemas asociados con las altas temperaturas.
El menú veraniego debe incluir alimentos ligeros, sobre todo fruta y verdura, además de pescado, pasta y legumbres. El objetivo es aportar nutrientes fáciles de digerir por el organismo. Una ensalada, además de resultar ligera para continuar la actividad diaria, se puede convertir en un plato completo si se le añade pollo, queso o atún. El pescado debe superar en proporción a la carne.
Para apoyar una correcta hidratación elegiremos alimentos con alto contenido en agua, tanto en la fruta, como en el menú principal. Las sopas frías como el gazpacho, además de aportar la verdura necesaria, contribuyen a cubrir las necesidades de agua del organismo.
También se debe prestar especial atención a la hidratación de niños y personas mayores porque tienen menor sensación de sed, especialmente entre aquellos con problemas cognitivos o en situación de dependencia.
Por otro lado, las altas temperaturas obligan a poner especial cuidado en el proceso de conservación y preparación de los alimentos ya que pueden favorecer el crecimiento de microorganismos. Así, se debe extremar la higiene de manos y utensilios, guardar y descongelar los alimentos en el frigorífico, mantener siempre la cadena de frío y no consumir alimentos perecederos a temperatura ambiente.