Ayuso acusa al Gobierno de poner "en tela de juicio" a los sanitarios madrileños para tapar el conflicto de la sanidad pública

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha ofrecido este jueves una explicación detallada sobre la polémica surgida en torno al Hospital de Torrejón, asegurando que el centro “ha actuado de manera impecable” y que las acusaciones vertidas en los últimos días responden a una estrategia del Gobierno central para “tapar sus propios problemas de gestión y corrupción”. Ayuso ha recordado que la Comunidad de Madrid ha realizado ya 40 inspecciones en el hospital de Torrejón, y que sus datos en lista de espera son mejores que el resto de hospitales madrileños.

Ayuso señaló que la Moncloa pretende convertir a las comunidades gobernadas por el Partido Popular en “su cajero automático”, mientras magnifica cualquier incidente que afecte a estas autonomías. En este contexto situó la controversia generada por los audios internos del hospital. “Exagerar hasta crear auténticos escándalos cualquier cosa que tenga que ver con la gestión de las comunidades del Partido Popular”.

Y mientras tanto, incidió la presidenta regional "no se habla de una huelga sanitaria histórica que tiene encima Pedro Sánchez; No se habla de la falta de médicos en toda España o de lo que ha salido en la prensa y que dicen los tribunales de cuentas sobre la contratación a deudo de los hospitales que sí dependen del Gobierno, como Ceuta y Melilla. Por ejemplo, no se buscan responsabilidades políticas en la crisis porcina que tiene ahora mismo el Gobierno de Cataluña, que si fuéramos nosotros estaríamos apañados".

Inspecciones y valoración de los pacientes

La presidenta madrileña informó de que se ha abierto una nueva inspección en el Hospital de Torrejón, que se suma a las 40 que ya recibe anualmente el centro. Según explicó, la revisión arroja datos “muy positivos”, como una valoración media de 8,6 sobre 10 por parte de los pacientes, un incremento de plantilla y una mejora de la actividad asistencial.

Ayuso advirtió, no obstante que "cualquier persona que utilice la Sanidad de Madrid para hacer ningún tipo de negocio y que haga prevalecer una vida sobre la otra, tendrá respuesta contundente y sin paliativos". Pero pidió, en honor a la verdad, que "se publique todo lo que se ha dicho en una conversación filtrada, en una pugna entre directivos", porque no hay derecho que se ponga en tela de juicio a todo el sistema sanitario, "ni mucho menos a los profesionales sanitarios del Hospital de Torrejón", basándose en una conversación filtrada y “descontextualizada”, producto de las rencillas existentes entre sus directivos.

"Porque aquí ha habido dos (denuncias, la primera que se obligaba a aumentar las listas de espera por un interés político y otro que se ha estado reutilizando material médico o que incluso se han encontrado restos humanos en las camas del hospital, lo que es gravísimo..".

Ayuso insistió en que "una cosa es que una persona, en unas declaraciones que se han extraído y que no se han escuchado al completo, diga algo que es inaceptable, inasumible y por (9:31) lo que estaría encima de ello. Y cosa diferente es que ha hecho el hospital", remarcó.

Críticas al Gobierno y apoyo al personal sanitario

Ayuso cargó con dureza contra el Ejecutivo central, a quien acusa de utilizar este caso para ocultar otros problemas en comunidades gobernadas por el PSOE, como la falta de médicos, la huelga sanitaria o tramas de corrupción en Navarra y Cataluña.

Asimismo, quiso mostrar su respaldo explícito al personal del Hospital de Torrejón. “Quiero agradecer su trabajo y darles todo mi apoyo… no vamos a consentir que se diga que un solo profesional sanitario reutiliza material, porque no es verdad”.

La presidenta concluyó asegurando que la Comunidad de Madrid seguirá “encima del caso” y que no permitirá que se desacredite la labor del centro ni la del conjunto de la sanidad madrileña.

Ayuso reivindica la vigencia de la Constitución

Por otra parte, en su intervención, la presidenta de la Comunidad de Madrid, reivindicó el espíritu de consenso de 1978 y expresó su preocupación por lo que considera una deriva hacia la polarización política. Recordó que hace 47 años “españoles de toda procedencia y de todo signo político fueron capaces de unirse […] por el afán de seguir caminando juntos”, mientras que, a su juicio, hoy se está construyendo “una España de sospechas y rencores”.