El Ayuntamiento de Madrid ha notificado una sanción de 1.600 euros a un delegado sindical por usar un megáfono y otros dispositivos sonoros (silbatos y sirenas) frente a un hotel durante unas concentraciones a finales del año pasado que, según UGT, estaban comunicadas a la Delegación del Gobierno.
En concreto, los trabajadores protestaban en la calle por los despidos de 55 empleados del hotel Courtyard Marriott Princesa (ahora ha cambiado de dueño), declarados nulos con posterioridad en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), y por el impago de tres meses de salarios al centenar de empleados que tenía el establecimiento, en la calle de Serrano Jover, en el distrito de Centro.
El secretario general de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo de UGT Madrid, Antonio Oviedo, considera que la sanción por usar un megáfono y silbatos es "totalmente aberrante" al pretender sancionar a trabajadores que injustamente habían sido despedidos y que llevaban meses sin cobrar.
"No es de recibo que se pretenda coartar y coaccionar la libertad de expresión de los trabajadores y en el ejercicio del derecho de manifestación y en la defensa de sus puestos de trabajo, en unas circunstancias de especial gravedad social", añade Oviedo.
UGT asegura que esas protestas fueron notificadas "en tiempo y forma" a la Delegación del Gobierno en Madrid, por lo que para el sindicato la sanción "carece de sentido" y espera que el Consistorio rectifique.
En la notificación de la apertura expediente sancionador del Área de Medio Ambiente y Movilidad, a la que ha tenido acceso Efe, la Policía Municipal no señala en ningún momento que el uso del megáfono y de otros dispositivos sonoros se estuviera haciendo durante unas concentraciones comunicadas a la Delegación del Gobierno. Contra la sanción el interesado dispone de 15 días de plazo para presentar alegaciones.