El Ayuntamiento de Madrid consignará en los presupuestos del próximo año 160 millones de euros para la construcción de ocho aparcamientos disuasorios ubicados en las carreteras de acceso a la capital con unas 2.000 plazas cada uno, con lo que quiere contribuir a la descongestión del tráfico.
Así lo ha explicado en declaraciones a los periodistas la concejal delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, que prevé ubicar esas instalaciones en las seis carreteras nacionales de acceso a la capital española además de la de Colmenar Viejo y Toledo con la idea de que los conductores dejen allí el coche y continúen hasta su destino en transporte público.
Para que esta medida sea efectiva deberá reforzarse el transporte público e incrementar las frecuencias de paso, una idea para lo que es necesario contar con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el Gobierno central puesto que, ha dicho Sabanés, mejorar el tráfico en la capital requiere la implicación de las tres administraciones.
"Los atascos tienen una relación entre las tres administraciones que convivimos en Madrid: la ciudad, el Ministerio de Fomento, que gestiona la M-40 y es responsable de los Bus-Vao y la Comunidad, que además gestiona el Metro", ha comentado la concejal al finalizar la comisión de Salud, Seguridad y Emergencias, a la que ha asistido.
Sabanés ha ensalzado el funcionamiento del carril para Vehículos con Alta Ocupación (VAO) conectado con el intercambiador de Moncloa, y ha recordado que el Consorcio de Transportes solicitó a Gobierno central ampliar a otras vías de acceso a la capital este tipo de carriles. "De momento el Ministerio de Fomento no lo ha considerado", ha lamentado.
Y también ha señalado a la Comunidad de Madrid su responsabilidad en la congestión de la capital: "No dejemos de pensar que las malas frecuencias de Metro tienen una alta influencia en la utilización del transporte público".
En referencia a la tarifa de 20 euros implantada por la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, para menores de 26 años, ha dicho que esa medida "vale de poco" si no se acompaña con una mejora en la frecuencia en el transporte que "absorba toda esa demanda", tanto en Cercanías como en el Metro.
Por ello, Sabanés ha pedido "diálogo" (aunque el "momento" parezca poco favorable a ello) a las administraciones, en este caso también para la ubicación de los aparcamientos disuasorios -"nosotros lo hemos presupuestado pero hay que coordinar bien los sitios y la relación con los accesos, el Bus-vao, el transporte colectivo"- que en su opinión deberían estar en los entornos de la M-40 para después ir ampliándolos a todos los accesos de la ciudad.
El objetivo del Gobierno local es en esta fase construir 16.000 plazas (2.000 en cada aparcamiento) con el objetivo a largo plazo de ampliarlo a 50.000, y la previsión es que a mitad de la legislatura ya esté en funcionamiento alguno de ellos. "Un aparcamiento disuasorio debe tener un precio disuasorio", ha respondido Sabanés cuando los periodistas le han preguntado si está pensando en que sea gratuito, idea que no ha concretado.
La concejal también ha lamentado que haya "mucha circulación" de una persona en cada un coche en horas puntas, algo que "es muy difícil de solucionar".