El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a implantar en los barrios de Salamanca, San Blas-Canillejas, Usera y Hortaleza el nuevo modelo de policía comunitaria, que busca dar más peso a la mediación para resolver los conflictos y favorecer una mayor relación entre los agentes y los colectivos de los barrios.
En una nota de prensa, el Ayuntamiento informa de que el objetivo es trabajar con una policía que priorice cuestiones como la seguridad vial en los barrios, la seguridad ciudadana o los problemas de convivencia motivadas por problemas con el vecindario o los locales.
Por el momento, el gobierno de Manuela Carmena no ha implantado el plan que buscaba implicar a los madrileños en la resolución de conflictos vecinales junto con la Policía Municipal con el objetivo de evitar llegar a los tribunales en problemas de convivencia cotidianos como el exceso de ruido en un bar o la suciedad en sus calles.
Con esta iniciativa, las actuales Oficinas de Atención al Ciudadano (OAC) pasarán a denominarse Oficinas de Intervención Comunitaria (OIC), que asumirán además las tareas que actualmente hacen los Agentes Tutores, el sistema VIOGÉN -asistencia a casos de violencia machista-, los patrullajes programados y la recepción de denuncias dentro del protocolo de Policía Judicial, así como la gestión de la mediación.
Otro de los cambios fundamentales será la modificación de los protocolos de la centralita de Policía Municipal.
Desde la línea de atención telefónica 092 se establecerán dos categorías, una de ellas para "respuesta inmediata" y otra para "respuesta no inmediata".
Los requerimientos susceptibles de ser derivados a las Oficinas de Intervención Comunitaria (OIC), y por tanto de ser catalogados como "respuesta no inmediata", serían aquellos en los que no existe un peligro para personas o bienes, y se atenderán en un plazo máximo de 30 minutos.
Existirá una línea telefónica de atención de carácter exclusivo en cada una de las unidades de distrito.
El Ayuntamiento de Madrid asegura que el nuevo modelo de policía está basado en el que funciona desde la primavera de 2015 en Nueva York, que mejora las capacidades de lucha contra el crimen.
La implementación en el resto de distritos se realizará de forma paulatina a lo largo de 2018, según la nota de prensa.