El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la retirada del fango contaminado, que se acumula en el arroyo Antequina de la Casa de Campo, convertido en un gigántesco lodazal, desde hace una década, según informa el diario el Mundo. 700 metros cuadrados y más de un metro de espesor de lodo contaminante, que se han ido acumulando desde hace diez años debido a los vertidos sin control.