El 46,7% de los inmigrantes y de los gitanos han percibido ser discriminados en el ámbito laboral por su origen étnico, tres puntos porcentuales más que el año anterior, y, de ellos, los subsaharianos son los que más rechazo creen haberla sufrido (el 64%). Así lo refleja el estudio anual elaborado por el Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y no Discriminación al que ha tenido acceso Efe sobre la discriminación percibida por parte de las principales minorías étnicas en España, con datos de 2011, elaborado a partir de 865 encuestas, que da continuidad al primer estudio presentado en 2010.
Al igual que en 2010, son los subsaharianos y los gitanos los que han manifestado en una proporción superior a la media haber experimentado situaciones de discriminación en el 48 por ciento y 38 por ciento de los testimonios, respectivamente, seguidos de los andinos (los procedentes de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia) con un 36 por ciento, y de los magrebíes, con un 35,3 por ciento.
En una escala del uno al diez, las minorías étnicas han considerado que el grado de racismo de la sociedad española es de 4,6, mientras que en 2010 fue de 4,87, por lo que se mantiene en niveles similares, si bien el 26,4 por ciento desconoce lo que significa la discriminación o el racismo.
No obstante, preguntados por si hay más problemas de trato discriminatorio por razón de etnia en la actualidad que hace uno o dos años, el 46,2 por ciento ha respondido afirmativamente, mientras que en la encuesta de 2010 el porcentaje fue de 43,7 por ciento.
El informe destaca que si bien los elementos de carácter cultural y/o religiosos "están muy presentes", aún domina la percepción de una sociedad que discrimina y que les hace sentirse diferentes a la población mayoritaria española por los rasgos físicos y el color de la piel.
Asimismo, detalla la experiencia en diferentes ámbitos de la vida social y es en el laboral, con una tasa del 46,7 por ciento (en 2010 fue un 43,7 por ciento), en el que más discriminación han percibido estos colectivos, seguido de los establecimientos públicos y de ocio (38,9 por ciento) y del trato policial (34,3 por ciento); en este último caso son de nuevo los subsaharianos los que en mayor medida han afirmado sentirse discriminados.
En torno al 20 por ciento de las personas se han sentido discriminadas a la hora de buscar un empleo o en una entrevista de trabajo, en tanto que el 18 por ciento ha considerado que su salario es inferior al de otras personas; el 16 por ciento que han tenido peores horarios y condiciones, el mismo porcentaje que los que se han sentido más controlados.
Por grupos étnicos, son los subsaharianos los que han percibido mayor discriminación (el 63,9 por ciento), seguidos de los andinos (50,8 por ciento), los gitanos (50,7 por ciento), magrebíes (49,2 por ciento) y los procedentes de Europa del este (48,1 por ciento).
Los niveles de discriminación percibida en el ámbito sanitario son bajos en relación a otros ámbitos y son los andinos los que en el 7,1 por ciento de los testimonios han señalado haber tenido problemas para obtener la tarjeta sanitaria debido a su origen étnico.
En cuanto a la educación, la cifra de aquellos que han dicho sentirse rechazados es del 23,9 por ciento, más de diez puntos por debajo que en 2010, también ha bajado en el ámbito de la administración local, que ha registrado el menor nivel de todos los analizados (el 8,3 por ciento).
El estudio del Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y No Discriminación subraya que, en términos generales, las personas muestran ciertas reticencias a reconocer haber sufrido consecuencias derivadas de la discriminación percibida y también destaca que los niveles de denuncia continúan situándose siendo bajos, como ya se detectó en 2010 y es que muchas personas relativizan el trato discriminatorio.
