Ataques de lobos en la Sierra Norte de Madrid

  • Los ganaderos piden protección al gobierno regional y que acelere las indemnizaciones

La vuelta del lobo es una buena noticia para la biodiversidad, pero una preocupación para los ganaderos de la Sierra Norte de Madrid. Piden protección al gobierno regional y que acelere las indemnizaciones.

Construir o restaurar antiguos refugios para el ganado y recuperar perros mastines para defender a ovejas, cabras o vacas son algunas de las medidas de prevención que proponen Ecologistas en Acción y WWF España para apoyar a los ganaderos, que han alertado de varios ataques de lobos en la sierra de Madrid, y evitar así las matanzas de este animal.

Dos lobos atropellados hace pocos meses en la Sierra Norte de Madrid, en Manzanares el Real y Guadarrama, dieron la voz de alarma sobre la posibilidad de que este animal pueda haber vuelto y haberse asentado en un territorio del que fue expulsado hace décadas.

A estos sucesos se añade ahora la advertencia de los ganaderos, quienes en los últimos días han alertado de ataques de lobos al ganado en el Valle de Lozoya y la Sierra del Rincón.

REGRESAN A SUS ANTIGUOS HÁBITATS

Aunque no existen censos oficiales, los expertos aseguran que cerca del 90% de estos cánidos viven al norte del río Duero, en la comunidad de Castilla y León.

A este respecto, Ramón Pérez de Ayala, técnico responsable del Programa de Especies de WWF España, explicó a Servimedia que "sus poblaciones han aumentado y muchos de ellos se ven obligados a recuperar parte de sus antiguos territorios donde poder asentarse. De hecho, algunos ejemplares ya llegaron hace unos años a Ávila, Segovia, Guadalajara y la Comunidad de Madrid, donde se cree que están desde hace unos tres años. En cambio, en Sierra Morena y Extremadura es posible que prácticamente hayan desparecido".

La alarma sobre los ataques de lobos la dio hace una semana la Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid (Ugama), que informó de numerosas llamadas telefónicas de ganaderos que denunciaban ataques de estos animales a sus ganados.

Según declaró a esta agencia María Ángeles Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, "no existe ninguna información oficial sobre estos ataques por parte del Gobierno regional, lo que provoca malestar entre los ganaderos y desconfianza entre los ecologistas, ante la incertidumbre sobre la presencia de lobos. Pero está claro que hay que apoyar a estos profesionales, porque son ellos los que sufren los daños por las heridas o, incluso, la muerte de sus animales, por lo que deben ser recompensados económicamente. Pero, además, se pueden tomar medidas de prevención para evitar la matanza del lobo".

AYUDAS A LOS GANADEROS

Ambas organizaciones coinciden en esta toma de medidas. Pérez de Ayala insiste en la necesidad de ayudar a esta ganadería expansiva que, además, es un bien medioambiental.

"Ovejas, cabras y vacas que pastan libremente por el campo son también una buena prevención contra los incendios, porque eliminan el matorral de los montes", indicó. "Entendemos que el lobo sea una pesadilla para ellos, por lo que tenemos la intención de apoyarles con medios para prevenir los ataques".

No sólo apoyan la urgente construcción de refugios para guardar al ganado, sino también recuperar al perro mastín como pastor y defensor frente al lobo. En este caso, el representante de WWF señala que "sería bueno que los ganaderos se vieran apoyados con alguna ayuda para mantener a esta raza, que es cara en manutención y adiestramiento, pero existe otra traba y es la actual legislación, que los considera perros peligrosos y no se pueden llevar sueltos".

"Además", agregó, "también estamos de acuerdo con ellos en agilizar las indemnizaciones. Está demostrado que la prevención reduce mucho los ataques de los cánidos sin necesidad de matarlos, porque esto no soluciona nada, además de que sea una especie protegida".

De hecho, los expertos afirman que con la muerte de algunos miembros de una manada se produce la desestructuración de la misma y los supervivientes comenzarían a vagar de forma solitaria, aumentando los ataques al ganado e, incluso, el acercamiento a zonas urbanas.

María Ángeles Nieto denuncia otra práctica que se está poniendo de moda en la Comunidad de Madrid, el turismo de avistamiento de animales silvestres.

"Hay empresas que se están dedicando a ofertar este tipo de turismo y para que haya mayor cantidad de animales colocan comederos para atraer aves rapaces y mamíferos carnívoros. Ante la facilidad de conseguir la comida, estos ejemplares dejan de cazar y se acostumbran a la presencia humana, lo que es una barbaridad. Cuando esos comederos estén vacíos, terminarán atacando al ganado y acercándose a los centros urbanos", manifestó.