La Policía Nacional ha detenido a los cuatro supuestos responsables del apaleamiento y apuñalamiento de un hombre en un bar situado en el número 21 de la calle de Nuestra Señora de Valverde, en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo. Son cuatro jóvenes de etnia gitana, Isaac, de 18 años; Amador, de 19; Aarón, de 22 y Manuel de 28 años, familiares entre sí y residentes en la zona, cuya relación con el agredido está siendo investigada, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El agredido, identificado como Carlos A.A., de 37 años, fue trasladado al hospital La Paz en estado muy grave, según ha informado a Efe una portavoz de Emergencias Madrid, que precisó que presentaba traumatismo craneoencefálico severo, además de golpes en la cara y una herida penetrante en el tórax, en concreto en la zona de la clavícula. Según la Policía, sigue ingresado en estado muy grave pero estable y no se teme por su vida.
LOS HECHOS
Los hechos se produjeron sobre las 18,21 horas de ayer, cuando el 091 recibió una llamada que alertaba de que cuatro individuos estaban agrediendo a un hombre en el interior de un bar de la calle de Nuestra Señora de Valverde. Las primeras investigaciones ha revelado que los cuatro detenidos se presentaron en el bar en un Seat Córdoba, se bajaron del coche armados con palos y agredieron en el interior del bar a Carlos A.A., al que golpearon por todo el cuerpo.
Varios testigos aportaron el modelo, marca, color y hasta la matrícula del vehículo, que resultó ser el mismo que había estado implicado en un altercado días antes, lo que permitió a los agentes localizar enseguida el domicilio en el que está registrado. También indicaron los testigos que unos 10 o 15 minutos antes había pasado frente al bar el mismo coche conducido por una sola persona, que se había cruzado algunas palabras con el hombre que después fue agredido.
Al acercarse hasta la vivienda, en la calle de Isla de Rodas, los agentes vieron el coche, que presentaba manchas de sangre tanto en el interior como en el exterior y que estaba abierto, aunque en ese momento alguien a quien no se veía lo cerró con el mando a distancia. Los policía se dirigieron a la vivienda en la que estaba registrado el vehículo y escucharon que estaba ocupada.
Cinco minutos después salió un joven, Aarón, de 22 años, con manchas de sangre en la camiseta, que reconoció ser una de las personas que había intervenido en la agresión del bar.
Posteriormente, ya en el coche policial, este primer detenido manifestó que dentro del piso estaban los otros tres autores de la paliza, que espontáneamente, según la Policía, salieron de la casa y pudieron ser detenidos. Los cuatro fueron trasladados a comisaría, donde esta mañana está previsto que se les tome declaración.