Les invitamos a recorrer el cementerio de la Almudena con otros ojos. Allí descansan o han descansado cinco millones de madrileños. Nosotros lo hemos visitado con él.
La gran necrópolis es una ciudad espejo que reflja la imagen invertida de Madrid: sosiego, reflexión y tiempo.
Pero no se dejen engañar por el silencio, este museo al aire libre alberga el pasado de millones de madrileños. Tantos como habituantes tiene hoy Madrid:
El más grande de Europa junto con el de Hamburgo y último refugio para quienes hicieron en vida un Madrid mejor. Aquí se escibió el último episodio de Pérez Galdós, se forjó la pirámide más castiza de la faraona, se recuerda a las treces rosas, a los divisionarios en Rusia, o a quienes cayeron en Cuba y Felipinas.
Aquí la historia es piedra, y es la piedra la que nos recuerda qué somos de carne y hueso.
Madrid también vive en sus cementeios. No hay contrasentido. El lugar donde se cruzan los caminos. O como diría Antonio Flores, donde regresa siempre el fugitivo.