Los nuevos centros de PRODIS en Valdebernardo, un centro ocupacional y otro especial de empleo, permitirán la formación de 150 jóvenes con discapacidad intelectual, así como un espacio para el trabajo remunerado en servicios administrativos y de gestión en los que actualmente se encuentran empleados nueve personas.
Estos dos centros, inaugurados en septiembre del pasado año, fueron levantados dentro del programa de cesión de terrenos municipales 'Red de Suelo Solidario' del Ayuntamiento de Madrid, la colaboración de la Obra Social Caja Madrid, así como las donaciones de una treintena de entidades y fundaciones de empresas.
La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha visitado las sedes de esta entidad que trabaja en la integración de las personas con discapacidad intelectual, y ha aprovechado para destacar las políticas desarrolladas por la Comunidad en este ámbito y señalar que la región cuenta con "una excelente red de protección social".
Así, ha apuntado que la red de centros ocupacionales dependientes de la Administración autonómica asciende a 78, habilitando de esta forma 5.700 plazas para impartir formación a jóvenes en distintas áreas como la informática, la creatividad o el desarrollo de su autonomía personal y social.
El objetivo es que estas personas puedan adquirir la formación necesaria y desarrollar sus capacidades para poder facilitar su integración social y laboral.
Respecto a los centros especiales de empleo, Aguirre ha subrayado que la Comunidad cuenta con una red de 206 centros de este tipo, en los que trabajan 9.368 personas. Estos espacios, en los que al menos un 70 por ciento de trabajadores tienen algún tipo de discapacidad, tienen como objetivo asegurar la entrada en el mercado laboral, un "trampolín para la inclusión de sus trabajadores en empresas de todo tipo", ha dicho la presidenta.
Por otro lado, la regidora madrileña también ha destacado que desde la Administración regional también se apoya iniciativas como la de PROMENTOR, iniciada en la Universidad Autónoma de Madrid con el apoyo de la Consejería de Asuntos Sociales.
Se trata de un espacio formativo adaptado en el que personas con discapacidad comparten formación parcialmente con otros universitarios, y en el que actualmente están cursando unas 30 personas. Quince de ellas se graduarán en junio, según Aguirre, que ha indicado que hasta el momento un total de 50 personas han finalizado estos cursos y han encontrado puesto de trabajo.