El festival 'Amanecer Bailando' desata las quejas de los vecinos de Alcorcón y Móstoles |
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El Juzgado de Instrucción número 4 de Móstoles ha admitido a trámite una querella contra la alcaldesa del municipio, Noelia Posse, y el administrador de la empresa organizadora del festival 'Amanecer Bailando' por un presunto delito contra el medio ambiente tras admitir a trámite una querella contra ambos.

Concretamente, la querella interpuesta por más de una veintena de personas hace referencia a la contaminación acústica, la suciedad en el parque y aledaños, y el daño a la fauna y a la flora producida por el evento que se celebró del 8 al 9 de septiembre de 2018 y que congregó a miles de personas durante más 17 horas de música electrónica y urbana.

El juez, en la parte dispositiva y con carácter previo a la apertura de diligencias, solicita que se dé traslado al Ministerio Fiscal (sección de Medio Ambiente) para que a la vista del contenido de la querella "informe sobre su admisión y en su caso diligencias a practicar", según se recoge en el documento fechado a 9 de mayo y al que ha tenido acceso Europa Press.

Del mismo modo, se solicita que se oficie a la Policía Nacional y Policía Local para que dé constancia "de si se han presentado atestados o demandas, y ante que juzgados, por estos hechos".

El mencionado festival estuvo rodeado de polémica precisamente a cuenta de su ubicación al celebrase en el Parque Prado Ovejero, una zona verde, pública y cercana a algunas viviendas de la zona.

Tanto vecinos como partidos políticos rechazaron esta decisión "por los daños al espacio, los destrozos generales, el ruido y la suciedad generada", lo que acabó con peticiones de dimisión hacia la primera edil, que dijo que para años venideros se buscaría otro espacio.

Querrella

En la querella interpuesta el pasado 5 de abril se explica que Parque Prado Ovejero, que fue el lugar escogido para acoger el macrofestival, se encuentra a "a escasos metros" de varias zonas residenciales.

Esto, sumado "al exceso de ruido" de los conciertos, "ocasionó numerosos perjuicios a los vecinos de la zona" durante la celebración del evento, y también los días previos al realizarse pruebas de sonido.

Según explican, en las mediciones acústicas realizadas por la Policía Municipal en la zona residencial en horario nocturno se obtuvo un valor superior a 90 decibelios de media, recalcando que hay informes de expertos que avalan que "el exceso de ruido puede provocar lesiones".

También se han referido a la riqueza de la fauna y la flora y que estas se vieron "dañadas", a pesar de la existencia de "especies protegidas" y de que Ecologistas en Acción puso sobre aviso al Ayuntamiento de Móstoles a quien le hizo llegar un día antes "un inventario de los quirópteros existentes".

"En resumen, en el caso que nos ocupa, fueron puestos en peligro tanto el factor antropocéntrico, es decir, la salud de las personas puesto que estuvieron expuestas en sus viviendas a un ruido excesivo de más de 90 decibelios durante 17 horas seguidas, como las condiciones naturales del ecosistema, flora y fauna, que como se ha visto se vieron gravemente afectadas", según puntualizan los querellantes.