Absuelto el único acusado de la muerte de un joven en un bar de Tetuán
EFE
La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al único acusado de la muerte a tiros de un joven de 25 años en un bar del distrito de Tetuán de Madrid en 2017, después de que un jurado considerara no probada su participación en el asesinato.
Los presuntos autores materiales, en paradero desconocido
La Fiscalía pedía 22 años de prisión para el acusado, un joven español de origen dominicano de 28 años, por un delito de asesinato y otro de lesiones, ya que en el tiroteo resultó herido otro cliente del bar, pero la Audiencia coincide en que los miembros del jurado no han contado con una contundente prueba de cargo.
Los dos acompañantes del acusado ahora absuelto y que presuntamente fueron los autores materiales de los disparos se encuentran en paradero desconocido, destaca la sentencia, fechada en mayo y a la que ha tenido acceso Efe.
Según el relato del fiscal, que no convenció a la mayoría del jurado, en la madrugada del 15 de enero de 2017 los tres mantuvieron una discusión a la salida de la discoteca Center, en la calle Orense de Madrid, con un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba la víctima, Alexander V.R., de 25 años.Se dirigieron después a una vivienda del barrio de Vallecas donde recogieron varias armas de fuego, cogieron un taxi y fueron al local Cal y Azúcar del distrito de Tetúan, donde el acusado sospechaba que se encontraba Alexander.
Siempre según el relato del fiscal, los dos acompañantes no enjuiciados sacaron las armas en el bar,efectuaron varios disparos y los tres abandonaron rápidamente el local, disparando también en la calle para facilitar su huida.
La víctima era miembro de una banda latina
La víctima, que murió de forma instantánea, pertenecía a la banda latina de los Trinitarios y había sido detenido en 2009, cuando tenía 17 años, como autor del asesinato de un miembro de los Dominican Don't Play. El fin de semana en el que fue tiroteado disfrutaba de un permiso penitenciario.Los investigadores pensaron en un primer momento que estaban ante una reyerta entre bandas latinas, pero llegaron después a la conclusión de que el tiroteo era consecuencia de la riña previa a la salida de la discoteca.
En la vista oral, según el veredicto del jurado, las declaraciones de los testigos fueron contradictorias y no se presentaron pruebas contundentes contra el único detenido tras el crimen, por lo que la mayoría consideró que existían "dudas serias, profundas y fundadas" de su participación en el asesinato.Aunque era "probable" que tuvieran conocimiento de que los autores materiales del asesinato fueran a por armas a la vivienda de Vallecas, no se probó que él cogiera ninguna, ni que existiera una confabulación para matar a Alexander.
El acusado reconoció en la vista que fue a Vallecas y después al bar del barrio de Tetuán, pero señaló que no tuvo conocimiento de que sus acompañantes recogieran armas y aseguró que no se pusieron de acuerdo para acabar con la vida de la víctima; los testigos citados en la vista tampoco corroboraron el relato de la Fiscalía.
El jurado aplica así el principio "in dubio pro reo" y la Audiencia ratifica este veredicto. "No ha quedado acreditado más allá de toda duda razonable que el acusado se pusiera de acuerdo con las dos personas que le acompañaron la noche de autos y que se encuentran en ignorado paradero para acabar con la vida de D. Alexander y tampoco que llevara a cabo una acción relevante en los hechos nucleares", subraya el tribunal. "No ha quedado acreditado que les guiara, les protegiere, ni que les asegurara el éxito de la acción homicida. Por lo que no puede darse otro pronunciamiento que el absolutorio", concluye.