Familiares de Paula, la joven de 18 años que 'okupó' el piso de su abuelo, tratan de acceder a la vivienda | Telemadrid
(Actualizado

El Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid ha absuelto de un delito leve de usurpación a la joven de 18 años que okupó el pasado junio la vivienda de su abuelo en la calle Atocha de la capital al alegar que no consta la voluntad en contra de su abuela, enferma de alzhéimer, y que "la difícil situación familiar" que se vive en el seno de la familia impide "fundar un procedimiento condenatorio".

Así consta en una sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que la juez exonera a la joven y a su pareja del delito por el que habían sido acusadas.

En la vista oral, el fiscal solicitó el desalojo inmediato de la vivienda y una multa de 1.080 euros.

La madre de la joven y su letrado han avanzado que no recurrirán la absolución y que irán ahora por la vía civil, procedimiento que se podría alargar durante al menos nueve meses. La familia sospecha de que la joven podría haber abandonado la vivienda y haber regresado con su padre.

En la resolución, la juez cree que la difícil situación que se vive, "con un proceso de divorcio entre los padres que afecta al consentimiento", impide dictar una sentencia condenatoria "ya que no todo lo practicado no consigue quebrar el principio de presunción de inocencia que ampara el artículo 24 de la Constitución".

Además, señala que a lo largo del procedimiento no se ha acreditado la legitimación del abuelo de la denunciante de ejercer acciones penales en nombre de su esposa, quien sufre un Alzheimer avanzado.

La magistrada da "especial relevancia" a este extremo, ya que antes de la okupación la joven vivía en esta casa junto a su padre con el consentimiento de sus abuelos maternos. "No consta en el procedimiento que la abuela de la denunciada hubiera revocado en algún momento dicho consentimiento ni existe acto de voluntad alguno preexistente", señala la juez, que agrega que las alegaciones sobre la enfermedad de esta mujer no está avalada por "documento alguno".

En el juicio, que se celebró el pasado 3 de diciembre, la joven justificó que entró en la vivienda porque "no tenía a dónde ir" con su "chica" y explicó que usó una copia de una llave que tenía su padre, negando haber cambiado la cerradura, tal y como vieron varios vecinos del inmueble.

Los hechos se remontan al pasado verano cuando Vicente recibió cuando se encontraba en Cartagena (Murcia) una llamada de un vecino alertando de que una chica había entrado en su casa. El afectado llevaba dos meses en esta localidad al estar ingresado en un hospital y estar su mujer ingresada en una residencia. Sin embargo, los problemas de la familia vienen de lejos. En el juicio, la madre ha reconocido que la relación con su hija es "inexistente" desde que ésta intentó agredirla con un cuchillo cuando tenía 16 años. Tras ello, ingresó en un centro de menores, pero lo abandonó a los meses por decisión propia.

Tras dejar el centro, la menor se fue con su padre hasta que cumplió la mayoría de edad. Una fuerte discusión provocó que se fuera de casa y decidió "vivir su vida" junto a su novia, según consta en una carta leída por el abogado de la familia en la vista.

El juicio se celebró tras seis meses de okupación. La familia contrató tras interponer la denuncia a la empresa Desokupa para lograr sin éxito la salida de la joven. La acusada y su pareja interpusieron el pasado julio una denuncia por coacciones contra esta empresa, su madre y su abuelo.