El volcán Agung, en turística isla indonesia de Bali, continúa "muy activo" y la lava llena un tercio del cráter, por lo que las autoridades mantuvieron hoy al máximo la alerta de una posible erupción mayor.
"La reducción en el número de terremotos volcánicos se debe al hecho de que ahora existe una vía más abierta para que el magma aflore a la superficie", explicó hoy el Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos (CVMPG) en un comunicado.
"Continúan teniendo lugar terremotos con alta frecuencia e indican que el volcán es muy activo y capaz de que la presurización provoque continúas erupciones", añadieron los expertos que monitorizan el volcán.
Agung, que se que levanta en el este de la isla lejos de las atracciones turísticas, tuvo su primera erupción magmática desde 1963 el pasado 21 de noviembre y desde entonces no ha cesado de expulsas lava y ceniza.
Según los registros de 1963, el volcán expulsó magma durante 26 días antes de que comenzase la fase explosiva fuerte.
El 17 de marzo de aquel año, Agung expulsó una columna de ceniza de hasta 26 kilómetros de altura que afectó a Yakarta, situada a 980 kilómetros al oeste de la montaña.
Las erupciones sucesivas, que alcanzaron el grado 5 (el máximo es el 8) en el Índice de Explovidad Volcánica (IEV), duraron casi un año y causaron mas de 1.100 muertos.
En esta ocasión, el responsable del CVMPG en el puesto de observación de Agung, Devy Kamil Syahbana, declaró a Efe que se preparan "para cualquier tipo de erupción", aunque calculó como más probable una explosión del grado 3 en el IEV.
"Os dije hace tiempo que la probabilidad de que entrase en erupción era mayor de que no lo hiciese. Ahora la naturaleza ha respondido", manifestó Syahbana desde el puesto instalado en Rendang, a 12 kilómetros del volcán, fuera de la zona de seguridad, que es de hasta 10 kilómetros.
Agung expulsó hoy una columna de ceniza de color blanco que alcanzó los 2.000 metros de altura, según el director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho.
Nugroho advirtió de que los gases y la ceniza afectan a una zona de hasta cinco kilómetros de distancia del cráter, y que los flujos de sedimentos volcánicos y la temporada de lluvias pueden provocar riadas.
El número de evacuados registrados en centros de acogida supera las 48.000, según las últimas cifras oficiales, cuando las autoridades calculan que entre 90.000 y 100.000 indonesios residen dentro de la zona de seguridad declarada.
Muchos afectados han buscado alojamiento en casas de familias y amigos, y otros miles se niegan a abandonar la zona de seguridad, por motivos económicos o espirituales.
El aeropuerto internacional de Bali, el Ngurah Rai, opera este sábado con normalidad después de haber estado cerrado del lunes al miércoles por la tarde a causa de la nube de ceniza, lo que afectó a más de 100.000 pasajeros.
El Centro de Aviso de Ceniza Volcánica de Darwin advirtió hoy de la posibilidad de que la nube de ceniza formada por las emanaciones del volcán vuelva a afectar la visibilidad del aeropuerto Ngurah Rai.
Varias compañías entre ellas Virgin Australia y Jet Star-Qantas han cancelado vuelos esta jornada.
Bali es el principal destino turístico de Indonesia con una afluencia anual que ronda los 5,4 millones de visitantes extranjeros, según datos oficiales.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.