El viceministro griego de Finanzas, Dimitris Mardas, aseguró hoy que el Estado podrá hacer frente a sus pagos este mes y rechazó así conjeturas sobre un inminente impago.
"Sobre la base de los datos que tenemos, podemos pagar" nuestras obligaciones, dijo Mardas en declaraciones a la cadena privada de televisión "Antena" y añadió que el objetivo del Tesoro es hacer frente a las obligaciones. "Por ahora las cosas van bien", recalcó.
Mardas contestó así a los temores de que Grecia no pueda pagar la semana próxima un vencimiento de 450 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En total, el Estado tiene que hacer frente este mes a 650 millones de euros en obligaciones exteriores -450 millones al FMI y otros 200 millones en pagos de intereses de la deuda- y además debe sustituir 2.400 millones de euros en Letras del Tesoro que vencen en abril.
Si las últimas subastas de Letras ya se presentaron problemáticas, porque el Tesoro hubo de colocarlas a intereses cada vez más altos, ahora se añade el problema de que el Banco Central Europeo ha ordenado a las entidades financieras griegas no comprar bonos helenos.
Con esto, el BCE, que había ya dejado de aceptar la deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación, ha dificultado aún más el acceso a la liquidez.
Desde que el BCE dejara de aceptar los bonos griegos, los bancos ya prácticamente solo pueden financiarse a través de la asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés).
El pasado martes, el banco central elevó en tan solo 700 millones de euros el límite para la asistencia de emergencia, dejando el techo del ELA en 71.800 millones de euros.
En sus operaciones anteriores las cantidades habían sido sensiblemente superiores.
Con ello, el BCE aprieta las tuercas para que el Gobierno de Alexis Tsipras llegue a un acuerdo con sus acreedores que permita el desembolso del tramo pendiente de la ayuda de 7.200 millones de euros, dinero que Grecia necesita con urgencia para evitar la quiebra.
Grecia se financia por si sola desde agosto pasado, cuando recibió el último tramo de la ayuda del rescate.
Además de la devolución de créditos e intereses, el Estado debe desembolsar este mes unos 1.700 millones de euros en salarios y pensiones, lo que llevó a advertir recientemente a Tsipras en una carta a sus socios europeos, que si no recibe pronto ayuda, Grecia deberá optar entre el cumplimiento de estas obligaciones y el pago a los ciudadanos.
Desde hace algunas semanas, el Gobierno ha tenido que recurrir ya a las llamadas operaciones de recompra (repos) y ha pedido prestado por un espacio breve fondos a entidades públicas como la seguridad social o la agencia de empleo.
Mardas intentó apaciguar los temores al recalcar que el Gobierno está llevando a cabo unas negociaciones con sus socios sobre el programa de reformas, cuyo objetivo "asegurar la liquidez a largo plazo"