Los inspectores de la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) desplazados a Atenas han recomendado este martes que se desbloquee una ayuda urgente de 8.000 millones de euros para Grecia por considerar que las autoridades helenas han cumplido las condiciones exigidas en materia de reducción del déficit y reformas estructurales.
"Una vez que el Eurogrupo y el comité ejecutivo del FMI aprueben las conclusiones de la quinta revisión (a cargo de los inspectores), el siguiente tramo de 8.000 millones de euros estará disponible, muy probablemente, a principios de noviembre", asegura el comunicado difundido por la troika.
Los inspectores consideran que, pese al agravamiento de la recesión y el incumplimiento del objetivo de déficit para 2011 admitido por el propio Gobierno griego, "las autoridades continúan realizando importantes progresos, notablemente por lo que se refiere a la consolidación fiscal". No obstante, recomiendan "más énfasis en las reformas estructurales en el sector público".
Además, resaltan que el plan de ajuste griego "sigue estando plenamente financiado" gracias al acuerdo de la UE de facilitar un segundo rescate por valor de 109.000 y la participación de la banca privada.
Según se pactó en julio, esta contribución supondría una quita del 21% sobre los bonos griegos en manos de los bancos, pero los propios inspectores admiten que "continúan las discusiones" sobre este tema y varios líderes europeos han dado a entender que el descuento será superior.
La ayuda de 8.000 millones de euros corresponde al sexto tramo del rescate de 110.000 millones de euros que la UE y el FMI aprobaron para Grecia en mayo de 2010. Su pago debe ser aprobado en una reunión de ministros de Economía de la UE a lo largo de octubre.
Los inspectores admiten que la recesión provocada en Grecia por los ajustes "será más profunda de lo previsto" y que "la recuperación sólo se espera ahora a partir de 2013". Por lo que se refiere a la consolidación fiscal, la troika señala que "el Gobierno ha alcanzado una importante deducción del déficit desde el inicio del programa pese a una profunda recesión".
No obstante, el informe reconoce que "el logro del objetivo fiscal para 2011 (7,6% del PIB) ya no está al alcance de la mano". Pero para 2012, las "medidas adicionales" de ajuste decididas por el Gobierno en las últimas semanas "serán suficientes para situar de nuevo el programa fiscal en la buena dirección" y garantizar que el objetivo de déficit (del 6,5%) sí se cumpla, señalan los inspectores.
La troika deja claro en todo caso que para 2013 y 2014 "es probable que se necesiten nuevas medidas" de austeridad, pero da más tiempo a Atenas para aprobarlas.
En el área de las privatizaciones, la UE y el FMI señalan que "se han logrado progresos con la creación de un fondo de privatización de gestión privada" pero critican los "retrasos" en la preparación de los activos para su venta, que impedirán cumplir los objetivos de ingresos en 2011. "Garantizar que el fondo de privatización sea independiente de las presiones políticas es clave para el éxito en esta área", avisan.
Los inspectores reconocen también avances en la reestructuración del sector bancario, el sector del transporte, los procedimientos de autorización y las profesiones reguladas. Y celebran la reforma laboral para generalizar los convenios a nivel de empresa.
La troika abandonó Atenas a principios de septiembre tras constatar que las autoridades griegas se habían desviado de los compromisos asumidos. Desde entonces, el Gobierno griego ha aprobado un nuevo paquete de ajuste que suponen importantes recortes en la función pública y la creación de una tasa inmobiliaria.
Atenas necesita la ayuda urgente de 8.000 millones para no suspender pagos en las próximas semanas, pero la UE ha retrasado varias veces el pago con el objetivo de aumentar la presión y garantizar que se lleven a cabo los ajustes y reformas.