Al menos 30 de los 58 fallecidos en el hundimiento de un barco hoy ante la costa turca son inmigrantes de nacionalidad siria que huían de la violencia en su país, dijeron los opositores sirios. El activista de la red Sham, Salar Kurdi, señaló vía internet que hasta el momento han sido encontrados una treintena de cadáveres de sirios en este naufragio en el mar Egeo, en su mayoría de mujeres y niños.
Kurdi, residente en la provincia siria de Al Hasaka (noreste), explicó que los ahogados procedían principalmente de varias zonas kurdas de su región. Otros grupos opositores, como la Red Siria de Derechos Humanos y los Comités de Coordinación Local, también señalan que la mayoría de las 58 víctimas mortales son sirios, y que al menos veinte de ellos son miembros de una misma familia de Al Hasaka.
Los sirios murieron ahogados cerca de la ciudad turca de Esmirna cuando intentaban llegar a Grecia, según estos grupos, que denunciaron que Al Hasaka ha sufrido recientemente un gran desplazamiento de población debido al deterioro de la situación y los arrestos del régimen sirio.
El vicegobernador de Esmirna, Ardahan Totuk, informó con anterioridad que el barco pesquero transportaba a 104 inmigrantes indocumentados y que se han contabilizado un total de 58 muertos. Por el momento ya ha sido llevados a tierra 43 cadáveres, mientras continúan las labores para trasladar el resto de los cuerpos sin vida que están en la bodega del barco, en su mayoría de mujeres y niños que se resguardaron allí del frío.
Entre los muertos hay nueve niños y numerosas mujeres, explicó por su parte el gobernador del municipio costero de Menderes, Tahsin Kurtbeyoglu, a la cadena NTV. Según las informaciones disponibles desde Turquía, todos los supervivientes se declaran de nacionalidad siria, iraquí o palestina.