Los sindicatos mayoritarios de Grecia han convocado para el próximo martes y miércoles la cuarta huelga general en lo que va de año, que coincidirá con el crucial voto parlamentario sobre un nuevo paquete de austeridad. "El Gobierno y los acreedores extranjeros continúan el ataque contra nuestros derechos pese a las masivas protestas de parte de la sociedad griega", dice un comunicado conjunto de los sindicatos del sector privado (GSEE) y público (ADEDY).
Agregan que la reciente remodelación del Gobierno, con el nuevo ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, "fue solo un gesto táctico y una propaganda para pasar las medidas antipopulares". Los sindicatos aseguran que las nuevas medidas, que prevén subidas de impuestos y recortes por un total de 28.300 millones de euros de aquí al año 2015, "arrasarán" la sociedad.
Asimismo, acusan al primer ministro socialista, Yorgos Papandréu, de "vender la riqueza nacional, las empresas y los activos", en referencia a las planeadas privatizaciones de empresas del Estado, que deben aportar ingresos adicionales de unos 50.000 millones de euros.
Los 'indignados' griegos también organizan protestas frente al Parlamento
Según los sindicatos, el Gobierno "insiste en implementar una política económica que lleva a los trabajadores a la pobreza y que aumenta la recesión y el paro".
La Unión Europea (UE) exige que Atenas aplique un nuevo plan de austeridad para seguir enviando dinero a Grecia, que de lo contrario entraría en la bancarrota, al no disponer de los fondos para seguir pagando a sus funcionarios.
Grupos de los llamados "indignados" están organizando protestas casi todos los días enfrente del Parlamento griego. Así fue también el pasado martes cuando Papandréu superó un voto de confianza, que estuvo acompañado por unos 20.000 manifestantes fuera de la Cámara, que expresaron su "desconfianza" al Ejecutivo socialista.