Cuando falta una semana para que Grecia celebre elecciones generales anticipadas, las encuestas mantienen al partido izquierdista Syriza como claro favorito para alzarse con la victoria.
El último sondeo realizado por el instituto demoscópico Public Issue y publicado hoy por el diario griego Avgi otorga al partido de Alexis Tsipras el 35,5% de los votos, con una diferencia de cinco puntos sobre los conservadores de Nueva Democracia, con el 30,5%.
De acuerdo con esta estimación, Syriza conseguiría 144 escaños (en un Parlamento con 300) frente a los 81 de Nueva Democracia, y se formaría un hemiciclo con siete partidos.
Aunque los izquierdistas siguen en cabeza, la ventaja sobre el partido del actual primer ministro Andonis Samarás se estrecha tres puntos desde los ocho que le otorgó la encuesta del pasado domingo, también de Public Issue para Avgi, en la que Syriza obtuvo la mayoría absoluta. Con el 38% y 151 escaños, Syriza tendría mayoría para gobernar frente a Nueva Democracia, que con el 30% del voto lograría 80 escaños.
El tercer lugar continúa como la segunda gran incógnita, pues se mantiene la lucha entre cuatro partidos: el centrista To Potami (El Río), los comunistas del KKE, los neonazis de Amanecer Dorado y los socialdemócratas de Pasok.
La encuesta sitúa a To Potami y al KKE empatados con el 7%, seguidos muy de cerca por Amanecer Dorado con el 6,5% y dos puntos por encima de Pasok (5%). Según los datos del pasado domingo, To Potami sería la tercera fuerza con el 7%, seguido de Pasok y Amanecer Dorado, ambos con el 5,5%, y KKE con el 5%.
Al igual que en el sondeo anterior, el partido nacionalista Griegos Independientes obtendría un 3%, justo en el límite de la barrera electoral de entrada en el Parlamento.
El Movimiento de los Socialistas Democráticos, el partido creado recientemente por el ex primer ministro Yorgos Papandreu, se quedaría a las puertas de la Cámara con el 2%, sin que haya datos de la encuesta precedente. El porcentaje de indecisos, de los que optan por la abstención o el voto en blanco, se situaría en torno al 21%.
A punto de encarar la recta final de la campaña electoral, la polarización se acentúa aún más entre los dos principales partidos. Tsipras pide abiertamente la mayoría absoluta para "no tener" las "manos atadas" durante las "difíciles" negociaciones con la troika.
El líder izquierdista justifica la necesidad de una mayoría para plantear a los acreedores sus promesas electorales como la reestructuración de la deuda y la renegociación del rescate.
En prácticamente todas sus apariciones, Tsipras trata de contrarrestar el discurso del miedo, impulsado por su principal rival, y asegura que Syriza mantendrá a Grecia en la eurozona y garantizará los depósitos bancarios.
"Syriza solo es un riesgo para los oligarcas que han saqueado el país, no para la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Para la clase media, la clase trabajadora y las clases populares, el riesgo es el propio Samarás. El riesgo es la continuación del Memorando (rescate)", dijo Tsipras ayer en un mitin en Grecia occidental.
Samarás, después de que sus asesores decidiesen variar el enfoque de la campaña electoral tras el estancamiento en los sondeos, asegura que si gana invitará a todas las fuerzas "eurófilas" a participar en el nuevo Gobierno y concluirá las negociaciones con los acreedores hasta finales de febrero.
"Colaboraré con todas las fuerzas políticas proeuropeas, con Syriza en ningún caso (...). El país necesita un Gobierno fuerte y precisamente porque soy patriota no colaboraré con Syriza", aseguró hoy Samarás en una entrevista con la televisión local Skai.
En caso de que Syriza o Nueva Democracia no logren una mayoría clara, la llave del próximo Gobierno estará en el partido que consiga ser tercera fuerza.
En el caso de Amanecer Dorado esta posición cobra aún más relevancia, ya que su líder, Nikolaos Mijaloliakos, está en prisión preventiva junto a la mitad de sus parlamentarios.
En el mitin central de su campaña, Mijaloliakos, a través de un mensaje grabado desde la cárcel, remarcó que serán tercera fuerza, pese a la "persecución política" y al "encarcelamiento ilegal" que sufren y llamó a sus simpatizantes a apoyarles para luchar contra los problemas "económicos", "sociales" y "nacionales" de Grecia.