Los últimos datos oficiales tras los actos violentos sucedidos en el Sáhara Occidental este pasado lunes ascienden a cinco víctimas mortales por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes. Estos agentes fallecieron durante la incursión llevada a cabo en el campamento de protesta saharaui de Agdeim Izik, según un balance actualizado divulgado por fuentes del Gobierno de Marruecos.
Los efectivos de la Gendarmería Real y de las Fuerzas Auxiliares que llevaron a cabo la incursión en el campamento de protesta --que duró una hora-- sufrieron en un primer momento dos bajas, un gendarme y un bombero no armado.
Además, según una fuente gubernamental, otros 70 efectivos resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad. Dos de estos heridos perecieron posteriormente en el hospital. En los disturbios que se produjeron a continuación en las calles de El Aaiún, un miembro de las fuerzas auxiliares murió tras ser acuchillado.
De la parte saharaui, la fuente cifró en cuatro el número de heridos y en 65 el de detenidos durante el desalojo, si bien el Frente Polisario informó del fallecimiento de una persona.
Fuentes saharauis acusan a soldados y colonos marroquíes de incendiar casas en El Aaiún.
Varios "blogs de activistas saharauis" han informado desde el terreno de que las fuerzas marroquíes entregaron armas anoche a los colonos, que lanzaron una "contraofensiva casa por casa", armados con fusiles, y que empezaron a quemar "todos los coches de los saharauis y varias casas".
Los agentes de Policía les informaban de qué casas pertenecían a saharauis y los colonos, según las citadas fuentes, allanaron, saquearon e incendiaron las viviendas y golpearon a sus moradores.
Por su parte, el Consejo de Ministros de la autoconstituida República Arabe Saharaui Democrática (RASD) ha declarado este martes "día de duelo nacional por los mártires del cobarde ataque perpetrado ayer por el Ejército marroquí en El Aaiún, capital ocupada del Sáhara Occidental", según SPS.
DESCONCIERTO Y PRUDENCIA POR PARTE DE LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha señalado que el Gobierno debe "ser prudente" en relación al conflicto del Sáhara Occidental y la toma del campamento de protesta de las afueras de El Aaiún por parte de fuerzas de seguridad marroquíes, ya que aún "no se sabe todavía bien lo que ha ocurrido", y no se pueden hacer "atribuciones de responsabilidades" ni reclamaciones, más allá "de la común exigencia" a las partes implicadas de que pare la violencia.
En declaraciones a RNE, Jáuregui ha añadido que, en cualquier caso, es evidente que han existido unos incidentes gravísimos", y ha expresado su "condolencia y dolor" ante la situación del pueblo saharaui que "sufre desde hace mucho tiempo" y reclama una solución "en la que España está vinculada y comprometida".
No obstante, a su juicio, la "contradicción de cifras de muertos" atribuidos a las fuerzas de seguridad marroquíes "hacen sembrar muchas dudas sobre lo que realmente ha ocurrido", y ha remarcado que el Ejecutivo español espera que las negociaciones en Nueva York entre el Gobierno marroquí y el Frente Polisario "fructifiquen".