El presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, encargó con urgencia a Pedro Passos Coelho, líder de su partido y ganador de las elecciones del domingo, que proponga un Gobierno para afrontar la "grave" situación del país. Tras seis años de Gobierno socialista y en la peor crisis de su democracia, Portugal giró a la derecha y votó una holgada mayoría conservadora que hizo renunciar, también como líder de su partido, al primer ministro José Sócrates.
Tras hora y media de reunión entre los dos políticos del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que Passos Coelho no quiso comentar, la presidencia portuguesa emitió un comunicado en el que informó de la petición de formar un Ejecutivo con mayoría "de inmediato".
El vencedor de las elecciones, Pedro Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), anunció la formación de un Gobierno "de mayoría" al que está dispuesto a sumarse su habitual aliado democratacristiano, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP).
Al cierre del escrutinio provisional y pendiente de contabilizar el voto de los emigrantes, el PSD obtenía el 38,6 por ciento de los votos y 105 de los 230 diputados del Parlamento, 24 más que en las legislativas de hace dos años.
Por su parte el CDS-PP sumaba un 11,7 por ciento de votos y 24 diputados, frente a los 21 de 2009.
El partido de Sócrates sufrió una severa derrota al obtener un 28 por ciento de los votos y 73 escaños, 21 menos que en los anteriores comicios.
Tras confirmarse su triunfo y dimitir Sócrates como secretario general del PS, Passos Coelhos pronunció un discurso ante las cámaras de la televisión en el que se fijó como objetivos sacar al país de la crisis y cumplir sus compromisos financieros.
El líder conservador, de 46 años, aseguró que trabajará para honrar la ayuda económica que ha recibido Portugal y "recuperar la confianza de los mercados".
"Ha ganado Portugal", afirmó al mostrarse convencido de que su futuro Gobierno de mayoría superará las grandes dificultades que atraviesa su país.
"Portugal no pretende ser un fardo para el futuro", agregó Passos Coelho en alusión a los 78.000 millones de euros que le prestarán de aquí a 2013 Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente del PSD se comprometió también con los electores a buscar soluciones a los graves problemas sociales lusos aunque reconoció: "los años que nos esperan van a exigir mucho coraje".
El líder del CDS-PP, Paulo Portas, tendió de inmediato la mano al PSD para construir una mayoría absoluta que garantice la estabilidad política de los próximos cuatro años y dé al país el "Gobierno fuerte" que necesita.
El responsable del minoritario Ejecutivo saliente, Sócrates, de 53 años, había asumido la derrota pocos minutos antes y anunciaba su retirada tras 25 años en la política activa.
Con los ojos enrojecidos y visiblemente emocionado, el todavía primer ministro luso abogó por "abrir un nuevo ciclo político en el Partido Socialista" al dejar vacante la secretaria general que ocupa desde 2004.
Sócrates dijo que no ocupará "ningún cargo político en los próximos años" y que ha pedido la convocatoria de un congreso extraordinario del partido para que surja "un nuevo liderazgo".
Junto a los conservadores, la abstención fue otro de los triunfadores de la jornada electoral y con más del 41 por ciento batió un nuevo récord en los comicios legislativos lusos pese a los llamamientos al voto que hicieron durante la jornada los líderes políticos.
Además de los socialistas, las elecciones de hoy dejaron maltrecha a la izquierda marxista lusa, que pasa de sumar 29 a sólo 24 diputados tras centrar su campaña en atacar al PS y negarle cualquier apoyo para formar Gobierno.
La coalición de comunistas y verdes obtuvo un 7,9 por ciento de votos, media décima más que en 2009, sin captar votos socialistas fugitivos, y el Bloque de Izquierda (BI) sufrió un severo castigo al pasar del 9,8 por ciento de hace dos años a un 5,1.
El dirigente del BI, Francisco Louca, reconoció la derrota y anunció que seguirá fiel a la defensa del Estado social y la lucha contra los ajustes económicos exigidos por los organismos internacionales.
Por su parte, Jerónimo de Sousa, el veterano líder del Partido Comunista, se felicitó por su leve aumento de votos e insistió también en denunciar los sacrificios que se avecinan para los trabajadores.
El secretario general del PSD, Miguel Relvas, coincidió con Passos Coelho y consideró que el deseo de cambio de los portugueses fue "inequívoco y claro" y dio el triunfo a su partido.
El actual jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, también del PSD, debe ahora invitar a Passos Coelho, como ganador de los comicios, a que forme Gobierno.
El triunfo conservador pone fin a la cohabitación de Cavaco, reelegido el pasado 23 de enero en primera vuelta para otros cinco años, y Sócrates, que llegó al poder con mayoría absoluta en 2005.
El primer ministro socialista saliente renunció en marzo pasado tras perder el apoyo del PSD a su cuarto plan de austeridad económica y unas semanas después se vio obligado a pedir el rescate financiero de Portugal.