Los agentes especiales y artificieros han conseguido eliminar "las principales amenazas" en el apartamento del sospechoso de asesinar a 12 personas en un cine cercano a Denver (Estados Unidos), después de que tendiera una compleja "trampa explosiva" que poco a poco van desarticulando.
Alrededor de las 14.00 horas (18.00 GMT), los artificieros hicieron una detonación controlada para desactivar una de las trampas con cables que James Holmes, sospechoso del indiscriminado tiroteo de la madrugada del jueves al viernes en un cine cercano, había colocado en su casa.
Según fuentes del departamento de policía de Aurora, "la detonación controlada fue un éxito y las principales amenazas han sido eliminadas", aunque aún deben extraer del edificio los aparatos explosivos que presumiblemente estaban desplegados.
Pese a que la detonación solo produjo un ruido, los agentes extremaron las precauciones, ya que según informaron "el dispositivo estaba diseñado para matar a las personas que entraran", mientras que por el momento los artificieros siguen operando con cautela para detectar los posibles explosivos que esconda la vivienda.
Este es el segundo episodio del tiroteo en un cine de Denver la madrugada del jueves al viernes, cuando Holmes, exalumno de 24 años de un doctorado en neurociencia, irrumpió en la sala 9 del multicines "Century 16" y la emprendió a tiros con los asistentes al estreno de la última secuela de Batman, "El caballero oscuro: la leyenda renace".
Tras la masacre a tiros, que Holmes perpetró pertrechado con protecciones antibalas en todo el cuerpo y una máscara de gas, el tirador se rindió a la policía y confesó que había almacenado grandes cantidades de explosivos en su casa, en un edificio de apartamentos.
Cien miembros de varios departamentos de policía, de bomberos, agentes del FBI y de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés) han empleado más de 24 horas para desactivar cables y posibles trampas explosivas en el apartamento, cuyos alrededores han evacuado.
Los investigadores aún se preguntan cómo este joven pudo instalar en su casa tan sofisticados explosivos, que podrían incluir productos químicos para intensificar el alcance de los daños y decenas de explosivos del tamaño de un pelota de tenis.
La policía de Aurora detalló en un comunicado que tiene la intención de sacar y detonar en una zona segura, 30 diferentes tipos de explosivos y otros que podrían ser armamento de gran calibre, que serán llevados en camiones protegidos por arena para ser destruidos.
Mientras tanto, de los 58 heridos, 7 continúan en estado crítico, en hospitales de la zona de Denver, aunque los doctores no temen por su vida, ya que se mantienen estables por el momento.
Una de las personas en estado grave es Ashley Moser, de 25 años, cuya hija Verónica, de 6 años, es la víctima más joven de la matanza, se supo hoy.
Según confirmó una familiar a la cadena NBC, su madre sufre heridas de bala en cuello y abdomen y está paralizada.
Varios puntos improvisados en la localidad de Aurora recuerdan a la memoria de las víctimas, cuyas identidades los medios estadounidenses están revelando poco a poco, para evitar que los familiares conozcan el fallecimiento a través de la prensa.
Los hospitales que atienden a las víctimas y a los familiares han preparado equipos de psicólogos para tratar los traumas que podrían sufrir tras una experiencia tan traumática.