La policía difundió este miércoles un vídeo que muestra con detalle la agresión de la que fue objeto el coche oficial del príncipe Carlos y su esposa Camilla, sorprendidos el mes pasado en el centro de Londres por manifestantes que participaron en una protesta contra la subida de las tasas universitarias.
El objetivo de la difusión del vídeo y de varias fotografías de quienes protagonizaron los golpes y el zarandeo del vehículo real es encontrar a los autores de lo que Scotland Yard ha calificado como "una situación de serio peligro para la seguridad" de la familia real británica. Estas personas, afirmó la policía londinense, son sospechosas de los delitos de desórdenes violentos y daño criminal.
Las imágenes ofrecen con claridad la secuencia de la pequeña comitiva real de tres vehículos, con el Rolls Royce del príncipe y la duquesa de Cornualles a la cabeza, circulando por la calle Regent y siendo rodeada por un pequeño grupo de personas.
Las imágenes, procedentes de las cámaras de seguridad que hay a lo largo de esta calle comercial, muestran a una mujer golpeando aparentemente con la mano la parte posterior del vehículo, y a un hombre que corre junto al coche real antes de golpearlo.
Se ve también a un segundo hombre que pone las manos encima del vehículo y que posteriormente toma fotografías del
La policía difundió dos fotos de la agresora a la que se quiere localizar, una de ellas un primer plano borroso y la segunda una instantánea en la que aparece agarrada de la mano de un hombre, al que también se quiere ubicar como eventual testigo del incidente.
El vídeo permite ver asimismo que el tercer vehículo de la comitiva, en el que supuestamente viajaban miembros armados de los servicios reales de seguridad, recibe el impacto de al menos tres cubos de basura lanzados por los manifestantes.
Carlos y Camilla, que se dirigían a un acto social cuando se vieron sorprendidos en medio de las protestas, no resultaron heridos, aunque la duquesa llegó a ser golpeada por un palo que entró a través de una de las ventanas.
El ministerio del Interior ordenó una investigación oficial sobre el incidente, cuyas conclusiones aún no se han dado a conocer, para aclarar quién autorizó que la comitiva real transitara por esa calle, pese a conocerse que estaba tomada por los manifestantes.
