El considerado "número dos" del Ejército yemení, el general de división Mohamed Ali Mohsen, ha anunciado en un vídeo difundido hoy por el canal catarí Al Yazira su apoyo "a la revolución del pueblo y sus peticiones".
El anuncio de Mohsen se produce sólo un día después de que el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, destituyera al Gobierno tras la renuncia de varios ministros en protesta por la violenta represión de las revueltas populares contra el régimen, que estallaron hace varias semanas en el país.
Mohsen, que es además hermanastro de Saleh, explicó que "la opresión contra los manifestantes pacíficos reunidos en las plazas de las provincias del país ha causado una crisis, que ha aumentado día a día y que lleva al país al borde de una guerra civil".
Como consecuencia, según el general, muchos jóvenes, intelectuales, jeques, miembros de las dos cámaras del Parlamento, ministros y miembros de distintas tendencias políticas han presentado su dimisión para apoyar la revolución pacífica de los jóvenes. "Anuncio de su parte (soldados y oficiales de las fuerzas armadas) nuestro apoyo pacífico a la revolución pacífica de los jóvenes y a sus peticiones", afirmó el dirigente militar.
"Vamos a llevar a cabo nuestro papel de proteger la seguridad y la estabilidad en la capital y donde sea necesario junto a nuestros hermanos de las fuerzas armadas", añadió, Mohsen que, en ningún momento, anunció su renuncia.
En los últimos días, han dimitido los ministros de Turismo, de Asuntos Religiosos y de Derechos Humanos, así como otros 17 diputados y responsables gubernamentales y ayer el presidente destituyó al Gobierno. La oposición yemení lleva semanas protagonizando protestas en Saná y en otras ciudades para pedir el final del régimen de Saleh, en el poder desde la unificación del país entre el norte y el sur, en 1990.
Coincidiendo con el rezo del mediodía de hoy, unas diez mil personas se han concentrado en la plaza de Saná rebautizada como la plaza del Taguir (cambio, en árabe), en cuyos accesos han sido desplegados decenas de militares desde la tarde de ayer.
Asimismo, vehículos militares se han posicionado junto a los principales edificios gubernamentales de la capital y la sede del partido gobernante, así como en distintas oficinas bancarias.
No obstante, el presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, afirmó hoy que aún resiste y que la mayoría del pueblo le apoya, pese a las crecientes renuncias de responsables de su régimen para unirse a los manifestantes antigubernamentales.
"Resistimos igual que las montañas Aiban y Naqim, así como la mayoría del pueblo yemení, que permanece en seguridad y con estabilidad y legitimidad constitucional", dijo Saleh durante una reunión con dirigentes de la tribu Zarua en Saná.
Saleh aseguró que "los que llaman al caos, la violencia, el odio y los actos de sabotaje son una minoría del pueblo yemení", y acusó a los manifestantes de intentar "conseguir estar en contra de la legitimidad constitucional".