El video de seguridad de una prisión norteamericana ha desatado la polémica. Las imágenes muestran la paliza que un recluso propina a otro ante la indiferencia de los guardias de seguridad. La víctima, de origen musulman, ha quedado con graves secuelas neurológicas. Se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades.
Todos los reclusos y guardias miraban indiferentes como un interno de la prisión de Iaho, en EEUU, agrede a otro preso. La víctima es un chico de 24 años de origen musultmán. Hanni Elabed intenta pedir ayuda, pero nadie responde a sus peticiones. Se acerca a una ventana, detrás hay cinco guardias de seguridad. Ante su indiferencia, el recluso continúa recibiendo golpes. El agresor incluso se sienta a descansar, para luego, a pesar de que la víctima está inconsciente, seguir propinándole patadas. es entonces cuando los guardias aparecen.
El video ha desatado la polémica. La brigada de investigación criminal ha abierto una investigación en esta prisión privada famosa por su violencia, donde es común que los guardias propicien las peleas entre presos para conseguir chivatazos entre los internos.
Hanni Elabed fue condenado a 12 años de prisión por robo; ahora tiene la libertad condicional por razones médicas.
Ajeno a todo, ha quedado con graves lesiones cerebrales y pérdida de memoria. "No puede hacer absolutamente nada" dice su padre. La familia destrozada pide justicia.