Al menos 156 personas han muerto y más de 5.500 han resultado heridas, 147 de las cuales están en estado crítico, por el terremoto de magnitud 6,6 y las posteriores réplicas que han sacudido la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, según el último balance hecho público por la Administración Nacional de Terremotos recogido por la cadena estatal CCTV.
Según las estimaciones, son más de 1.500.000 los afectados por el seísmo, registrado a las 8.02 horas de este sábado (2.02 en la España peninsular) y que se ha sentido con gran virulencia en la capital de Sichuan, Chengdu, así como en las provincias de Guizhou, Gansu, Shaanxi y Yunnan, de acuerdo con Centro de Redes de Terremotos de China (CENC).
Al menos 32 personas han sido rescatadas con vida en Lushan, una de las localidades más afectadas. Sin embargo, la dificultad del rescate ya ha provocado víctimas entre los efectivos de emergencia: dos soldados han muerto y otros cinco han resultado hospitalizados al sufrir un accidente de tráfico cuando se acercaban a la localidad de Yunan. En Chengu se ha caído a un río un camión lleno de soldados. Varios de ellos han sido rescatados, según las primeras informaciones de CCTV.
La anécdota a la tragedia la ha puesto el nacimiento de un bebé apenas dos horas después del corrimiento de tierras. El parto se ha producido en una ambulancia en el condado de Yaan, una de las zonas más afectadas por el seísmo.
El presidente chino, Xi Jinping, ya ha ordenado que no se escatimen esfuerzos ni medios para rescatar a los posibles supervivientes y ayudar a los damnificados.
Las autoridades chinas estiman que el seísmo ha sido de 7 grados en la escala de Richter, aunque el Centro Geológico de Estados Unidos (USGS) sitúa en 6,6 grados su intensidad. Además, desde el primer corrimiento se han producido al menos ocho réplicas de importancia, de entre 4,8 y 5,1 grados en la escala de Richter, según el USGS.