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Dos personas fallecieron hoy en las manifestaciones de miles de islamistas egipcios contra el golpe militar que depuso el pasado 3 de julio al presidente Mohamed Mursi, Una persona falleció apuñalada en choques entre manifestantes y vecinos de la ciudad mediterránea de Alejandría, donde otras cinco personas fueron heridas por disparos y golpes, informaron a Efe fuentes policiales, que señalaron que las fuerzas de seguridad intervinieron y detuvieron a quince personas.

Otra persona perdió la vida y siete resultaron heridas en un suceso similar en la provincia de Damieta, en el delta del río Nilo, según las fuentes.

Hubo enfrentamientos sin víctimas en la ciudad de Tanta, también en el delta, y en el barrio cairota de Maadi, mientras que en otras partes del país las marchas -organizadas bajo el lema "El pueblo protege su revolución"- transcurrieron con normalidad y en grupos dispersos.

También en El Cairo, miles de islamistas obstaculizaron el tráfico en los alrededores de la plaza de Guiza (suroeste), hacia donde se dirigieron portando banderas y cartulinas amarillas que mostraban una mano con cuatro dedos menos el pulgar.

Ese símbolo es el mismo que hicieron con sus manos muchos de los manifestantes, quienes quisieron recordar así la plaza de Rabea (cuarto, en árabe), donde los islamistas fueron desalojados el pasado 14 de agosto por la fuerza en un suceso que causó unos 600 muertos.

"Somos gente pacífica y normal. No tenemos miedo de lo que pueda hacer el ejército contra nosotros", aseguró a Efe el egipcio Mustafa Mohamed mientras aplaudía desde uno de los laterales de la marcha.

Por su parte, la ama de casa Imán Mohamed destacó que salió a manifestarse hoy por segunda vez porque antes no había tenido tiempo, ya que tenía que cuidar de sus hijos.

"¿Cómo vamos a poner bombas los que tenemos familia e hijos?", se preguntó la mujer, vestida con un "niqab" (velo que cubre todo el rostro menos los ojos), que negó cualquier responsabilidad de los islamistas en el atentado de ayer contra el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, que salió ileso.

Las autoridades egipcias advirtieron de que se enfrentarán con "mano de hierro" el terrorismo para evitar que regrese la época de atentados de la década de los noventa.

Grupos islamistas, incluidos los Hermanos Musulmanes, condenaron el atentado y subrayaron el pacifismo de sus acciones.

Las fuerzas del orden bloquearon hoy el paso en distintos puentes y reforzaron las medidas de seguridad en torno al Ministerio de Interior, el Parlamento, el Consejo de Ministros y las embajadas del Reino Unido y Estados Unidos en el centro de El Cairo.