(Actualizado

Al menos quince personas murieron hoy en Siria y varias más resultaron heridas en una nueva ola de protestas políticas contra el régimen de Bachar al Asad, según informaron activistas de derechos humanos y fuentes de la oposición.

Las protestas comenzaron al final de los rezos del mediodía, la celebración religiosa semanal más importante para el islam, en medio de fuertes medidas de seguridad en la que participan fuerzas policiales y militares, apoyadas por tanques del Ejército.

Activistas de derechos humanos y testigos citados por la cadena emiratí Al Arabiya cifraron en quince los muertos que se han registrado en las distintas protestas por la actuación de la policía y el ejército para reprimir las manifestaciones.

Las víctimas mortales se han producido en distintos suburbios de Damasco y en la ciudad de Homs, al norte de la capital, según la misma cadena. La red informativa de la oposición Shaam dijo que uno de los fallecidos en Homs era un adolescente de 14 años.

El director de la Organización Nacional para los Derechos Humanos, Ammar Qurabi, en declaraciones a la cadena catarí Al Yazira, confirmó al menos cinco muertos en Al Kisua, un suburbio de Damasco.

Quirabi dijo que la jornada que se vive hoy en Siria es más tranquila que en otros viernes. "No sabemos si es por una orden del Gobierno o porque ya no tiene nada más que hacer", agregó Qurabi desde los estudios de Al Yazira en El Cairo.

"La batalla ahora en Siria -agregó- no es entre sectores ni religiones, sino entre la dictadura y la libertad".

En Al Kisua, según Al Arabiya, se han producido choques entre policías y grupos disidentes del Ejército contrarios a la represión de los manifestantes, pero no hay detalles. La versión ha sido desmentida por la televisión estatal siria.

En las cercanías de la gran mezquita de Al Tal, en Damasco, la policía dispersó con gases de humo una manifestación, y las protestas se extendieron en numerosas ciudades del país, de acuerdo con los grupos de oposición.

Otra red de información opositora, Flash, dio cuenta de que en la capital se notaba hoy una presencia de fuerzas de seguridad "sin precedentes", que incluía francotiradores situados en algunos tejados.

Estos informes no han podido ser confirmados independientemente por las restricciones de las autoridades sirias, que han detenido o prohibido trabajar a periodistas que trabajan para medios internacionales y han expulsado del país a corresponsales extranjeros.

En las últimas horas, el régimen de Damasco permitió la entrada de un equipo de la cadena estadounidense CNN, aunque cuenta con limitaciones para sus desplazamientos.