El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó este lunes, apoyándose en fuentes oficiales, que las inundaciones provocadas por las lluvias del monzón en Pakistán han terminado con la vida de más de 1.100 personas y han afectado a más de 2,5 millones de personas en todo el país a lo largo de la última semana.
En las zonas más afectadas, aldeas enteras han sido arrasadas sin previo aviso por las inundaciones. Miles de personas lo han perdido todo, incluidos sus hogares, ganado y otras posesiones, que se han llevado las lluvias. Además, muchos cultivos que no fueron destruidos en un primer momento, ahora están bajo las aguas.
"En un país que no es extraño a los desastres naturales, esta crisis tiene su propia dimensión: debido a que un gran número de personas han perdido literalmente todo lo que tenían, ahora necesitamos distribuir urgentemente no sólo alimentos, sino también la forma de cocinarlos", indicó el director de operaciones de la Sociedad de la Media Luna Roja Paquistaní, Muhamad Ateeb Sidiqui.
"La distribución de ayuda está gravemente limitada por el daño en las infraestructuras, y la contaminación generalizada de los suministros de agua tiene el potencial de crear problemas sanitarios aún mayores", añadió.
Carreteras, puentes, instalaciones sanitarias y escuelas han sufrido daños masivos, indicó el CICR, que añadió que hay comunidades especialmente aisladas debido a los cortes de carreteras y al derrumbe de puentes.
Cientos de personas atrapadas han tenido que ser rescatadas por los helicópteros del Ejército, mientras las evaluaciones por los daños para así determinar las prioridades en la ayuda siguen en curso. Las zonas más afectadas son, entre otras, zonas de Jyber-Pajtunjwa, Baluchistán, el este de Punjab y las zonas norte de la Cachemira paquistaní. En estas zonas hay más de 100.000 hogares que necesitan ayuda. Mientras, se esperan más lluvias, ya que agosto es el mes en el que tradicionalmente llueve más.