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El número de fallecidos por las lluvias monzónicas que han golpeado este mes al estado norteño indio de Uttarakhand se situó hoy en 575, mientras que unas 20.000 personas continúan aisladas a la espera de ser rescatadas.

"En realidad se han recuperado muchos más cadáveres, pero estamos más preocupados en salvar a la gente que en contabilizar los muertos", dijo por teléfono el secretario de Interior de Uttarakhand, Om Prakash.

Según Prakash, unos 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y otros cuerpos que participan en las tareas de rescate han evacuado en los últimos días a un total de 73.000 personas desde las zonas afectadas.

Sin embargo, todavía permanecen varios miles en distintos de personas en puntos montañosos de la región en los que la furia de la lluvia o las crecidas aguas del Ganges y sus afluentes han dañado carreteras, puentes y otras vías de comunicación.

"Vamos a tardar un tiempo en trasladar a toda esa gente a zonas seguras", admitió el secretario de Interior.

La mayoría de los afectados están siendo trasladados a Dehradún, la capital de Uttarakhand, un Estado a los pies del Himalaya y fronterizo con Nepal y China que alberga importantes destinos de peregrinaje, de ahí que muchos damnificados sean devotos originarios de otras partes de la India.

Las inundaciones son frecuentes durante la temporada del monzón en la India, aunque este año han sido hasta un 68 % más fuertes de lo habitual en el norte del país.

El gigante asiático depende enormemente de las lluvias que descarga el monzón para sostener el motor agrario, un sector que emplea directa o indirectamente a dos tercios de la clase trabajadora india.