La rebelión popular en Egipto se reaviva. El pulso entre opositores y gobierno se concentra ahora ante las sedes del parlamento egipcio, cerca de la Plaza de Tahrir. Las protestas se extienden a más ciudades. En la localidad de El Khariga ha habido una fuerte represión. Al menos 4 personas han muerto en los enfrentamientos callejeros.
Asimismo, trabajadores del canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo y por el que pasan 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, se manifestaron para pedir mejoras salariales y contra la precariedad laboral.
Al menos tres personas murieron hoy y unas sesenta resultaron heridas en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en un oasis del sur de Egipto, informó una fuente de los servicios de seguridad.
Entre los heridos en los enfrentamientos, registrados frente a la comisaría de la localidad de Jarga, en la provincia meridional de Wadi al Guedid, hay veinte policías.
Según la fuente, los agentes se vieron obligados a disparar por la violencia de los manifestantes que protestaban contra el jefe de la policía por supuesto maltrato.
Testigos presenciales explicaron a Efe que una multitud se dirigió a la comisaría para protestar por la detención de unos jóvenes y que los agentes de policía abrieron fuego ante la avalancha de manifestantes.
Por otro lado, en Port Said, en el noreste de Egipto, varias personas quemaron el coche del gobernador y rodearon la sede del gobierno provincial en una manifestación por la demora en la entrega de unas viviendas que las autoridades les habían prometido.
Asimismo, trabajadores del canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo y por el que pasan 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, llevaron a cabo hoy protestas para pedir mejoras salariales y contra la precariedad laboral.
Estos incidentes ocurren dentro de la revuelta popular en Egipto, que hasta ahora ha transcurrido sobre todo en El Cairo, Alejandría y Suez, contra el régimen de Hosni Mubarak, de 82 años y durante tres décadas en el poder.
MUBARAK CEDE
Por otra parte, el comité encargado por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, de reformar la Constitución anunció hoy que se enmendarán seis artículos de la carta magna, entre ellos el referido a los requisitos para presentar una candidatura presidencial.
El anuncio del comité de expertos jurídicos coincidió con la expansión de las protestas a más ciudades y pueblos del país, que dejaron al menos cuatro muertos y más de 60 heridos, en el oasis de Jarga, en el sur.
El "blindaje" que habilitaba a Mubarak a presentarse sin limitación de mandatos y que allanaba el camino a cualquier candidato de su Partido Nacional Democrático (PND) destinado a sucederle deberá desaparecer con la reforma de los artículos 76 y 77.
Aunque todavía no se ha establecido su nuevo enunciado, el punto 76 de la carta magna convierte en casi una entelequia la posibilidad de que cualquier aspirante que no pertenezca al PND pueda llegar algún día a la más alta magistratura del país.
En su redacción actual, el artículo sólo permite presentar candidatos a los partidos con una representación parlamentaria de al menos el 5 por ciento, algo que deja fuera a importantes fuerzas como los Hermanos Musulmanes o los movimientos que están detrás de las protestas iniciadas el 25 de enero.
Asimismo, el punto 77 todavía abre la puerta a una reelección sin límites del presidente del país, mientras que el 88 afecta a la supervisión judicial de las elecciones, que han sido sistemáticamente manipuladas por el régimen durante décadas.
De la misma forma, en su reunión de hoy el comité -encabezado por el presidente del Consejo Supremo de Justicia, Serri Siam- convino en enmendar los artículos 93, 179 y 189 de la Constitución, y abrió la puerta a nuevas reformas legislativas.
Especialmente relevante es la reforma del punto 179, que fue enmendado en 2007 para abrir una "puerta trasera" a la Ley de Emergencia vigente en el país desde hace tres décadas.
Centrado en la lucha antiterrorista, el artículo está concebido para permitir a las autoridades mantener sus poderes especiales (detenciones arbitrarias, escuchas sin autorización, uso de tribunales militares) una vez que la Ley de Emergencia sea derogada, algo que, sin embargo, todavía no ha sucedido.
El comité comenzará a lanzar sus propuestas para las enmiendas constitucionales el próximo sábado, según anunció en un comunicado difundido por la agencia oficial Mena.
Mubarak ordenó ayer la creación de la comisión de reformas constitucionales y legales además de otro comité de seguimiento para supervisar la aplicación de lo acordado durante la reunión mantenida el pasado domingo entre el vicepresidente Omar Suleimán y varios grupos opositores y personalidades políticas.
Sin embargo, estas concesiones, impensables al comienzo de las revueltas, no han servido para aplacar los ánimos de los manifestantes egipcios que hoy volvieron a manifestarse en la plaza cairota de Tahrir y ampliaron sus protestas a otros lugares como delante del Parlamento y a otras localidades.
Por otra parte, los Hermanos Musulmanes de Egipto calificaron hoy como un "monólogo" el diálogo que han comenzado, junto a otros grupos políticos, con el régimen de Hosni Mubarak y pidieron que se vean los resultados más rápidamente.
"Rechazamos el monólogo y lo que queremos es un diálogo. Queremos soluciones en días y no en meses", afirmó el portavoz de la organización islámica, Mohamed Mursi, en una rueda de prensa ofrecida por los Hermanos Musulmanes.
El grupo, sin embargo, aseguró que se mantendrá en la mesa de negociaciones abierta el pasado domingo con representantes del Gobierno, encabezados por el vicepresidente Omar Suleimán.