Al menos 17 personas murieron y 163 resultaron heridas en una cadena de tres explosiones, dos de ellas causadas por terroristas suicidas, durante una procesión chií en la ciudad paquistaní de Lahore, al este del país. El ataque múltiple tuvo lugar en la céntrica zona de Bhatti Chowk en torno a las 19.00 horas locales (12.00 GMT), poco después del fin del ayuno tradicional que marca el mes sagrado musulmán del Ramadán, según una fuente policial.
Un portavoz de las autoridades locales de Lahore, consultado por Efe, situó en 17 los fallecidos hasta ahora y en 163 los heridos.
Las explosiones, que se sucedieron con un intervalo de unos treinta minutos, ocurrieron cuando una multitud de fieles de la corriente musulmana chií, minoritaria en Pakistán, se había congregado para conmemorar una fecha señalada de su calendario.
El jefe administrativo de la ciudad, Khusro Pervaiz, declaró a la prensa que las autoridades han hallado en el lugar de los hechos las cabezas de al menos dos supuestos terroristas suicidas.
Tras las detonaciones, algunos fieles se enfrentaron a la Policía, a la que acusaron de no ofrecer suficiente seguridad, según informaron varios canales paquistaníes, que agregaron que varios vehículos fueron incendiados a modo de protesta.
El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó "el acto cobarde de terrorismo" y prometió que "aquellos elementos que juegan con las vidas del pueblo inocente no esquivarán la ley del país", según un comunicado.
La ciudad de Lahore, habitada por unos ocho millones de personas, ha sido objeto de la mayoría de los últimos grandes atentados ocurridos en la nación asiática, muchos de ellos de corte sectario. En el sur de la provincia de Punjab -cuya capital es Lahore- tienen su base numerosos grupos extremistas alineados con la insurgencia talibán del conflictivo noroeste.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes limitan actualmente sus ofensivas contra la insurgencia al noroeste y a las adyacentes áreas tribales fronterizas con Afganistán, pero parte de la clase política es partidaria de que se lance una gran operación policial también en Punjab.
Más de 12.000 personas murieron en 2009 en sucesos violentos en el país surasiático, un cuarto de ellas en atentados terroristas, según un informe del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz.
El de este miércoles es el primer gran atentado desde que a finales de julio Pakistán comenzase a verse afectado por unas graves inundaciones que han dejado hasta la fecha más de 17 millones de damnificados y anegado una quinta parte del territorio del país.