Más de 60 personas, entre ellas mujeres y niños, han sido ejecutadas por las fuerzas del régimen sirio entre ayer y hoy en el barrio de mayoría suní de Raas Nabea, en la ciudad costera de Banias, denunciaron los grupos de activistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó en un comunicado de que han sido hallados 62 cadáveres en esta zona, mientras que la Comisión General de la Revolución Siria elevó la cifra de víctimas mortales a 87.
Ras al Nabaa, de donde han huido cientos de civiles, fue primero sitiado y bombardeado por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.
Tras este ataque, los milicianos progubernamentales o "shabiha" irrumpieron en el barrio, reunieron a los habitantes en las casas y plazas y comenzaron con las ejecuciones.
De acuerdo con el Observatorio, los citados milicianos son alauíes, una rama del islam chií que profesan Al Asad y los altos cargos del Gobierno y las Fuerzas Armadas.
Todavía hay cadáveres en las casas que no han podido ser recuperados ni identificados debido a la presencia de las fuerzas gubernamentales, según los activistas, que no descartaron que la cifra de víctimas aumente.
22 FALLECIDOS SON MUJERES Y 9 MENORES DE EDAD
La Comisión precisó que 22 de los fallecidos son mujeres y nueve menores de edad, que perecieron fusilados o degollados.
Algunos cadáveres fueron, además, quemados por los milicianos, que han acabado con familias completas, entre ellas los Yalul, Taha y Al Sabag, señaló este grupo opositor.
Anteriormente, los grupos opositores informaron de que cientos de civiles han huido de Banias hacia la cercana ciudad de Tartus debido a los bombardeos del régimen.
En la ciudad de Banias hay un equilibrio demográfico entre los suníes y la minoría alauí, mientras que en los suburbios de esa población los alauíes son mayoría.
Estos acontecimientos se producen dos días después de que la oposición siria denunciase la muerte de al menos 150 personas en ejecuciones sumarias en la cercana población de Al Baida, también en la provincia de Tartus, durante un ataque cometido por las fuerzas leales al régimen.
El conflicto sirio, que comenzó en marzo de 2011, suma más de 70.000 víctimas mortales y un número superior a los dos millones de desplazados, según datos de las Naciones Unidas.