La fuerte tormenta de nieve que azota desde el viernes el noroeste de Estados Unidos con vientos huracanados ha causado al menos un muerto y ha dejado hoy sin energía eléctrica a 650.000 hogares, además de una capa de hasta un metro de nieve.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia en Nueva York, Connecticut, Rhode Island, Nuevo Hampshire, la costa de Maine y Massachusetts, donde además se ha emitido una prohibición de circular por carretera en todo el estado.
El Servicio Nacional de Meteorología advirtió de que las nevadas podrían llegar acompañadas de vientos huracanados de más de 100 kilómetros por hora y causar inundaciones en zonas costeras como Cape Cod (Massachusetts), donde se han ordenado evacuaciones.
Las previsiones indican que la tormenta se centrará este sábado en Rhode Island, Connecticut y Massachusetts y comenzará a aminorar esta tarde.
La fuerte tormenta, apodada "Nemo", que comenzó el viernes por la mañana en partes de Nueva York y se ha extendido a los estados vecinos de Rhode Island, Massachusetts y Maine, dejó más de 60 centímetros de nieve durante la noche y hasta un metro en zonas de Nueva Inglaterra y en localidades como Mildford, en Connecticut.
La Agencia Nacional estadounidense de Aeronáutica y del Espacio (NASA) ha publicado una impactante imagen captada el viernes a las 14.01 GMT con el satélite GOES-13 en la que se ve cómo avanzan los dos sistemas de baja presión que han formado la tormenta para confluir en la zona norte de la costa este.
La ciudad de Nueva York amaneció con veinte centímetros de nieve en Central Park y treinta en el aeropuerto de LaGuardia, aunque no llegó a acumularse mucho en las calles y aceras debido a la acción constante de los quitanieves y las palas de los empleados de empresas, porteros de edificios y ciudadanos.
"Hemos tenido mucha suerte. Hemos evitado lo peor", afirmó el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en una conferencia de prensa en la que, aunque dijo que el efecto de la tormenta fue menor del esperado, recomendó a los ciudadanos que no usen los automóviles si no es estrictamente necesario.
De momento, se ha registrado una muerte vinculada a la tormenta en un accidente de tráfico en Poughkeepsie (Nueva York), cuando una mujer de 18 años perdió el control de su vehículo y atropelló a un hombre de 74 años, que murió a consecuencia de las heridas sufridas.
No obstante, las autoridades investigan si otro accidente de tráfico en Auburn (Nuevo Hampshire) en el que falleció un hombre que perdió el control de su vehículo y se estrelló contra un árbol pudo deberse también a los efectos de la tormenta.
El Departamento de Energía informó de que 660.259 hogares y negocios, la mayoría en Massachusetts (402.814), quedaron sin energía eléctrica.
La compañía National Grid, que opera en Massachusetts, Nuevo Hampshire, Nueva York y Rhode Island, indicó que ya ha destinado operarios a puntos estratégicos donde están sus infraestructuras y comenzará las reparaciones tan pronto como aminoren los vientos.
Los aeropuertos John F. Kennedy y LaGuardia están ya abiertos, aunque muchos vuelos siguen todavía cancelados, y se espera que el de Newark reanude las operaciones hacia el mediodía local (17.00 GMT), después de que las tres instalaciones fueran cerradas la pasada noche.
Según el rastreador de vuelos Flightstats.com, se han cancelado 1.933 vuelos y otros 579 han sufrido retrasos, la mayoría en los aeropuertos del área metropolitana de Nueva York y Boston (Massachusetts).
En el este de Long Island, donde la acumulación de nieve es mayor y hay unos 15.000 abonados sin electricidad, las autoridades instaron a permanecer en casa, después de rescatar a los pasajeros de 60 vehículos que quedaron atrapados por la nieve, informó el teniente Daniel Meyer, de la policía del condado de Suffolk.
La planta nuclear de Plymouth (Massachusetts) sufrió un apagón en uno de sus reactores, pero continuó funcionando con los generadores de seguridad, sin que supusiera ningún peligro para la población, indicó su portavoz Ed Bradley.
La Comisión Regulatoria de Energía Nuclear está supervisando el funcionamiento de la central.
Anticipándose a la tormenta, los ciudadanos de los estados afectados hicieron colas en supermercados y tiendas de abastecimiento para comprar comida, linternas, baterías y sal.
Todavía está reciente en algunos de estos estados como Nueva York y Nueva Jersey el impacto de la huracán "Sandy" el pasado 29 de octubre, que causó casi un centenar de muertos y daños por valor de decenas de miles de millones de dólares.